Entre todos la mataron y ella sola se murió. No se me ocurre una frase mejor para resumir la situación de Izquierda Unida tras el fracaso de su IX Asamblea Federal. No deja de resultar sorprendente que una fuerza política que aprueba su proyecto de futuro con un 79 por ciento de los votos, no sea capaz luego de elegir un líder que encabece al equipo encargado de llevar adelante dicho proyecto.
Mientras leía las crónicas de lo sucedido en Rivas-Vaciamadrid durante el fin de semana, recordé el dramático Congreso de los socialistas en el verano del año 2.000. El PSOE venía de sufrir una fuerte derrota a manos del PP de Aznar y hubo allí nada menos que cuatro candidatos, pertenecientes a otras tantas familias internas, que se disputaron la Secretaría General. Y como todo el mundo sabe, hubo un ganador de la contienda que lo fue por tan sólo nueve votos de diferencia frente al segundo. Pero los perdedores supieron comportarse, no sacaron los pies del tiesto y el PSOE salió fortalecido de aquel Congreso, aunque la perspectiva de recuperar el poder se viera entonces como algo muy lejano.
¿Tan difícil sería hacer en Izquierda Unida lo que se hizo en el PSOE? Al parecer, la respuestas es no que sea muy difícil, sino que es imposible. Y la explicación, a mi juicio, no puede ser otra que el ataque que sufren sus dirigentes por parte del mismo virus que nubla el entendimiento de todos los grupúsculos en descomposición. Hace ocho años los dirigentes socialistas, en una situación muy delicada, supieron hacer política y enviar a la sociedad un mensaje cuando menos razonable. A día de hoy, los dirigentes de Izquierda Unida, si es que merecen ese nombre, sólo saben hacer cainismo, burdo sectarismo y conspiración.
De entre los muchos factores que han llevado a este desenlace, yo destacaría uno que, en mi opinión, constituye el telón de fondo de la precaria trayectoria que ha llevado IU en sus 22 años de vida: la inexistencia de un espacio político claro entre las políticas socialdemócratas de corte clásico (encarnadas por el PSOE) y la propuesta comunista, completamente fracasada, de sustituir el capitalismo por una sociedad y un sistema económico basados en la propiedad colectiva de los medios de producción. Izquierda Unida, nacida al calor de las movilizaciones populares contra el ingreso en la OTAN, se fundó en 1986. Aún faltaban tres años para la caída del Muro de Berlín, pero ya estaba claro que el comunismo realmente existente no era una alternativa que pudiera ofrecerse a los países desarrollados y tampoco al resto del Planeta. Y ni siquiera en estos tiempos de turbulencias financieras y recesión, cuando hemos visto perfilarse en el horizonte el fantasma de una crisis general del sistema capitalista, se han oido voces que defiendan como alternativa posible la economía planificada, que fue el santo y seña de los regímenes comunistas.
Termino con una pregunta que me he hecho muchas veces y me parece una buena piedra de toque para la reflexión: ¿Por qué en España las únicas opciones políticas a la izquierda del PSOE que han conseguido prosperar y echar sólidas raíces son aquellas que han abrazado el credo nacionalista?
Rescate, bancos, fortunas y calcetines
Hace 4 años
6 comentarios:
Me parece magnífico su comentario. Creo que da en el clavo en casi todos los puntos. Sólo una pregunta ¿Realmente es necesario un partido como Izquierda Unida? ¿Qué ofrece IU aparte de nada? Sólo confusión de ideas y, en consecuencia, incoherencia en su actuación.
Y qué decir de su lamentable ex líder, que dimite y no quiere soltar el acta (ni el sueldazo) de diputado... A lo mejor dice que está en la política para servir... Pues ya sabe cual es el mejor servicio que podría hacernos a todos, incluido lo que queda de IU.
Todavía recuerdo aquella lamentable frase suya en la noche electoral de 2004: "IU ha perdido muchos diputados, pero estamos contentos porque el PP ha sido derrotado..." Se parece a los seguidores del Atleti: "Hemos bajado a segunda, pero estamos contentos porque el Madrid no ha ganado la Liga".
Usted nos pregunta: ¿Por qué sólo triunfan las opciones de izquierda que se alían con los nacionalistas? Pues muy sencillo, porque son de derechas y si no que se lo pregunten al señor Madrazo, que creo que era de Izquierda hUndida.
Permítame una pregunta, que no me la contestará seguramente ¿Cuántas opciones aliadas con los nacionalistas conoce usted que sean realmente de izquierdas? A lo mejor me dice que ERC,PSC, BNG... ja, ja, ja.
Camachito
Totalmente de acuerdo con Vd. Sr. Camachito excepto en una cosa: Los nacionalistas no son de derechas, son FASCISTA.
Niko
Donde dice FASCISTA, quiere decir FASCISTAS.
Niko
I.U. falleció como consecuencia de la grave y temida enfermedad deniminada voto útil.
Requiescant in Pace.
lEvidentemente IU en el actual estado sirve para poca cosa, pero su desaparición, cosa que creo está en vias de suceder, no es una buena noticia. Primero porque en la medida que los partidos de ámbito nacional cubran un espectro mas amplio, menos espacio queda para las formaciones nacionalistas, que ya han demostrado que son insaciables e insolidarias, y también porque el bipartidismo, al que parece que estamos abocados, es alienante y empobrecedor, ¡Lástima!
Un cordial saludo
M.Sant Macía
Algo de voto útil y algo de bipartidismo puede haber en esta (me temo)crónica de una muerte anunciada de I.U. (perdón por la falta de originalidad), pero por favor, que los señores que quedan en I.U. reconozcan de una vez que la mayor parte de la culpa del desastre la tienen ellos.
Sólo así podrían empezar a cambiar y a buscar soluciones de verdad en lugar de buscar poltronas en las que colocarse y asegurarse un sueldo.
¿Cómo es posible que el ex coordinador general en cuyo mandato se ha volatilizado I.U. hasta quedar en dos diputados siga todavía como uno de esos dos diputados?
Cuando se dimite por hacerlo mal, se dimite de todo, como hizo Gerardo Iglesias o como hizo Carrillo.
Gaspar Llamazares ha sido más dañino para I.U. que el bipartidismo y el voto útil juntos.
Y conste que me cae bien, porque al menos no es de los que condenan la Fiesta de Toros, lo cual ya le hace más agradable a mis ojos de buen aficionado a los toros.
Que sí, de verdad, que se puede ser de izquierdas y gustarte los toros (como Picasso, García Lorca y Alberti). Lo mismo que se puede ser vegetariano y genocida (como Hitler).
Camachito
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