martes, 5 de enero de 2010

PERSPECTIVAS ECONÓMICAS PARA 2010: ¿SEGUIR DE POBRES?

Mientras veía el Concierto de Año Nuevo que tan amablemente nos ofrece TVE desde la Musikverein vienesa, se me ocurrió que difícilmente podrían encontrarse unas palabras más atinadas para resumir lo que nos aguarda en este 2010 recién estrenado que las empleadas por Ignacio Aldecoa para titular su famoso cuento. El paro va a seguir creciendo, el déficit del Estado y la deuda pública acumulada van a seguir creciendo, las dificultades de las familias y las empresas van a seguir creciendo, los que ya pagan sus impuestos religiosamente van a tener que pagar un poco más, también el Estado va a tener que pagar un poco más para encontrar inversores o bancos dispuestos a financiarle el creciente desequilibrio entre ingresos y gastos y, en conjunto, la renta per cápita del país va a seguir encogiéndose.
Un panorama muy crudo que uno podía adivinar con sólo mirar las huellas que va dejando en el semblante de nuestro Primer Ministro, semblante que pudimos ver muy de cerca en su rueda de prensa del día 30 y que algunos periódicos, con gran sentido de lo noticioso, dieron al día siguiente en "primerísimo" primer plano. Es evidente que saldremos de esta, como hemos salido de otras peores, pero tiene que ser muy amargo el trago de dar la cara delante de los medios de comunicación sin otro mensaje que el de que seguirá aumentando el número de desempleados y sin otra esperanza que la de confiar en que 2011 sea un poco mejor que 2010.
El aparato de propaganda política controlado desde Moncloa ha tratado de inyectarnos un poco de ilusión "vendiéndonos" la importancia del semestre de Presidencia europea: los que viven a sueldo del poder tienden ineluctablemente a creerse sus propias patrañas, como le pasó a Leire Pajín con la afirmación aquella de que Obama al frente de los Estados Unidos y ZP al frente de la UE constituían "un acontecimiento de dimensiones planetarias". Pero cualquiera que tenga dos dedos de frente y no viva a sueldo del poder sabe que la Presidencia semestral de la UE es poco más que una "chorrada", por decirlo en términos un poco rudos.
Escribió Marcel Proust que lo más difícil para el amante enamorado es hacerse a la idea de que sólo es un eslabón en la larga cadena de los amantes que fueron y de los que vendrán después. A nuestros gobernantes parece que les cuesta hacerse a la idea de que sólo son un eslabón entre los que tuvimos antes y los que tendremos después. Y, por supuesto, no han querido recordar que el anterior eslabón español en la larga cadena de presidencias semestrales de la UE se llama José María Aznar. En la época de este último, por cierto, nos "vendían" la incorporación de España al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas como si eso fuera el sumum de la habilidad diplomática, sin querer reconocer que en el Consejo hay cinco que mandan y los demás, hasta los más humildes, van entrando por riguroso turno rotatorio cuando les toca.
¿Hay alguien capaz de recordar algo que le sucediera a la UE durante aquel primer semestre de 2002? Porque lo que yo recuerdo es que hubo una huelga general que provocó una crisis de Gobierno, que España -para la que todavía no se había inventado el apodo de La Roja- cayó en cuartos en el Mundial de Korea y Japón, y que Aznar, efectivamente, consiguió hacer realidad el sueño de sentarse a la mesa del G-8. Pero el sueño acabó en pesadilla y gran parte de la culpa fue del propio interesado, que, de tan contento como estaba, no tuvo inconveniente en dejarse fotografíar con los pies plantados encima de la mesa. Al ver aquello, más de uno debió de echarle mal de ojo, como yo intento echarles mal de ojo a todos los que veo en el tren de cercanías con los pies plantados en los asientos que luego habrán de utilizar otros viajeros.
Puestos a aguarle la fiesta propagandística al poder, podríamos recordar que en aquel primer semestre de 2002 comenzaron a circular los billetes y monedas del euro, y que aquello sí que fue un acontecimiento planetario, porque la moneda única ha acabado rivalizando con el dólar como moneda de reserva en todo el mundo. No es fácil que en estos próximos seis meses ocurra algo ni siquiera comparable a la puesta en circulación del euro, porque la UE seguirá con el mismo ritmo de paquidermo reumático que ha tenido desde su nacimiento.
Un sector de la prensa internacional ha visto en la Presidencia Europea un buen asidero al que podrá agarrarse ZP para hacer olvidar las dificultades en que se encuentra la economía española. Pero el Presidente y los suyos harán mal si confían demasiado en los réditos políticos que puedan obtener por el lado de la gestión europea. Esos réditos no podrán ocultar realidades como que el SMI sube de 624 a 633 euros mensuales: por ese camino ni cumplimos el programa electoral ni salimos de pobres ni olemos la recuperación. Y con las tarifas de los servicios y productos básicos subiendo, no vaya a ser que nos deslicemos por la temida deflación.

2 comentarios:

P. M. Talaván dijo...

Ánimo, Santiago, que ya está aquí la primavera y los brotes verdes se convertirán en prados verdes y jardines florecidos...

Anónimo dijo...

¡Es verdad! la primavera, igual que la crisis es imparable.

Me temo, estimado Santiago que te quedas corto. Yo auguro que es posible que en 2015 alcancemos los niveles socioeconómicos del 2007. Y en el siglo 25 es posible que los políticos alcancen los niveles intelectuales y morales del siglo pasado.

Salud
Esperanza