miércoles, 12 de agosto de 2009

¿QUÉ ESTÁ PASANDO EN LA BOLSA?

Hablábamos en nuestra "entrada" anterior de las muchas sombras que se ciernen sobre la vida política española, empezando por la corrupción, que posiblemente es la peor de todas. Y si los nubarrornes sobre la política son de los que descargan aguaceros de furia incontenible, ¿qué decir de los nubarrones sobre la actividad económica?
En realidad, el pedrisco comenzó a caer sobre la economía hace ya bastantes meses y ahora estamos a la espera de alguna buena noticia, a la espera de algún brote verde, según la expresión que se ha puesto de moda. Pero, hasta el momento, todos los datos invitan al pesimismo: fracasó el diálogo social, siguen los cierres de empresa, menudean los expedientes de regulación de empleo, la tasa de paro aumenta, desciende el número de afiliados a la Seguridad Social, caen los ingresos del Estado y se incrementan el déficit y la deuda, el consumo no se reanima a pesar del descenso en los precios y el mercado inmobiliario no sale del hoyo.
En medio de este panorama tan sombrío, un dato espectacular y sorprendente: la escalada de la Bolsa española en los siete primeros meses del año. En estos últimos días parece que el impulso alcista da muestras de agotamiento, pero el índice Ibex 35 tocó los 11.000 puntos en la sesión del martes y hoy miércoles ha vuelto a cerrar en la zona de máximos anuales. Eso representa una subida de nada menos que el 60 por ciento con respecto a los mínimos anuales, que se marcaron en el mes de marzo. Si hemos de creer el dicho ese de que el mercado bursátil se anticipa a lo que va a suceder, deberíamos llegar a la conclusión de que nos aguarda un futuro inmediato casi esplendoroso.
Para el conjunto del año, el Ibex 35 presenta una subida de casi el 19 por ciento, tres veces más de lo que han subido los índices de Nueva York o Londres, y más del doble que el europeo Eurostoxx 50. Sólo el Nikkei, el índice de la Bolsa de Tokio, consigue una subida similar a la de los valores españoles.
Confieso que se me escapa la razón (o las razones) de que el índice español se haya despegado tanto del resto de índices de las principales bolsas mundiales. Se me antoja una situación anómala, y más teniendo en cuenta que los datos reales que ofrece la economía española son peores que los registrados en el conjunto de los países más desarrollados. Podría pensarse que las subidas de las cotizaciones se debe al exceso de los recortes en el ejercicio anterior, pero lo cierto es que la caída del Ibex en 2008 fue similar a la que sufrieron los otros índices.
Una explicación que se me ocurre, a falta de datos objetivos, es que alguien esté "calentando" las cotizaciones, como se dice en el argot de los parqués. Las empresas españolas, por término medio, son más pequeñas y resulta más fácil manipularlas con una cantidad de dinero no demasiado grande. Por otra parte, el peso de los valores bancarios ( Santander, BBVA, Popular, etc.) es muy grande en el índice y estos valores fueron muy castigados el año pasado y en estos últimos meses han subido como la espuma. Aunque la compra de acciones propias es una práctica prohibida más allá de ciertos límites, bien podría ocurrir que alguien hubiera decidido dar una alegría a los accionistas dedicando un dinerillo a "cuidar el valor" en lugar de dedicarlo a préstamos empresariales, hipotecarios o de consumo.
Se crea así una situación de alto riesgo para los particulares que decidan colocar sus ahorros en la renta variable, porque podrían encontrarse con un pequeño susto (o mediano) a corto plazo. Es verdad que el Ibex 35 se encuentra aún muy alejado de la zona de máximos históricos y, a medio plazo, tiene bastante recorrido hacia arriba. Pero quien entre ahora tiene que estar ojo avizor y ser consciente de que el recorrido muy bien podría ser hacia abajo.

DESPEDIDA SIN CIERRE
P.S. El autor de ZD, como alguno de los amables lectores, también se retira por unos días a la sombra del chiringuito. Para San Bartolomé, más o menos, volveremos al tajo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

que vergüenza de país, los políticos sólo piensan en robar, igual que la banca...