miércoles, 2 de febrero de 2011

SOBRE RADARES, GLORIETAS Y OTROS QUEBRANTOS

La Dirección General de Tráfico anuncia estos días, con gran aparato publicitario, la puesta en servicio de los llamados "radares por tramo" en el túnel de Somosierra (creo) y en el de Torrox, en Málaga. La iniciativa parece loable, pues que está comprobado que con una velocidad menor es también menor el número de accidentes y el riesgo que corremos los automovilistas. Loable parece también el hecho de que los responsables de la DGT anuncien a bombo y platillo la puesta en servicio de estos radares, que ya venían funcionando en el pasado, pero cuyas mediciones no se convertían automáticamente en sanciones.
Lo que nos atreveríamos a sugerir a la DGT es una campaña publicitaria igual de intensa para aclarar de una vez por todas cómo debemos circular por las glorietas o rotondas.No voy a decir que la mayoría de conductores españoles obtuvimos el carnet en la edad de piedra, pero lo cierto es que la única rotonda de la que teníamos noticia cuando estudiamos el código es la de la plaza de la Concordia, en París, sin duda la glorieta más famosa del mundo (también una de las más bellas) con su Arco del Triunfo y sus ocho o nueve avenidas con sus corrrespondientes cinco o seis carriles.
El caso es que las rotondas han sido una novedad en nuestras vidas, acostumbradas al semáforo. Y el caso es que muchos automovilistas circulan por ellas sin saber que nunca se puede abandonar una glorieta desde los carriles interiores, sino que hay que situarse primero en el carril exterior. Esta ignorancia provoca discusiones, malos entendios y accidentes. No estaría demás, insistimos, una campaña de la DGT al respecto.

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