martes, 4 de noviembre de 2008

¿DE VERDAD VAS A CAMBIAR EL MUNDO, OBAMA?

Cuando escribo estas líneas, en algunos lugares de la costa este de los Estados Unidos ya ha empezado a hacerse realidad la victoria de Barack Obama. Una victoria por la que se han inclinado ampliamente los amables lectores de Zulema Digital.
El senador de Illinois, si no hay una monumental sorpresa de última hora, se va a convertir en el más acabado ejemplo del sueño americano, después de llegar a la Casa Blanca a caballo de la extraordinaria ola de entusiasmo que ha despertado en su país y también fuera de él. Estamos sin duda ante un acontecimiento histórico de primera magnitud: el primer Presidente afroamericano en un país que tuvo en vigor leyes de segregación racial hasta la segunda mitad del Siglo XX.
Pero Obama va a estar al frente de un país con problemas, una superpotencia que ve declinar de modo inexorable su hegemonía en el escenario mundial y que, de puertas para dentro, tiene una sociedad en la que cualquier ciudadano de la clase media, a la que los políticos halagan con tanta fruición, puede verse abocado a la ruina por el simple hecho de padecer una enfermedad no incluida en su seguro médico.
"Todos juntos cambiaremos este país y cambiaremos el mundo", ha repetido Obama una y otra vez a lo largo de la campaña electoral. Y lo cierto es que su brillante oratoria ha encandilado a millones de personas y parece haber seducido también a los periodistas que han seguido su actividad incesante. Ahora habrá que ver en qué hechos, en qué realidades, se concreta su deslumbrante discurso. Y uno tiene la impresión de que la grandilocuencia de las palabras no podrá ocultar la dura verdad: lo más probable es que el mundo siga siendo un lugar igual de injusto después de sus previsibles ocho años de mandato.
¿Conseguirá acabar Obama con las bolsas de pobreza extrema en su propio país? La respuesta es no. ¿Establecerá un sistema de sanidad universal? Tampoco. ¿Firmará Estados Unidos el Protocolo de Kioto? La respuesta es ya veremos. ¿Encabezará Obama un movimiento mundial para acabar con los paraísos fiscales? La respuesta es no. ¿Hará algo la Administración americana para limitar o suprimir los escandalosos sueldos e indemnizaciones de los que han provocado la crisis financiera? Ya veremos.
Estados Unidos, como país más rico y poderoso de la Tierra, es el primer contribuyente a Naciones Unidas, pero es también uno de los más morosos. ¿Resolverá Obama esa deuda acumulada? Me inclino a pensar que no. ¿Elevará hasta el 0,7 de su PIB la ayuda a los países en desarrollo? Casi seguro que no. ¿Se pondrá Estados Unidos al frente de un plan creíble para lograr en 2.015 los llamados "objetivos del milenio"? La respuesta es no. ¿Conseguirá dar una solución razonable a las guerras de Irak y Afganistán? Ya veremos. ¿Cerrará la base de Guantánamo y castigará el uso de la tortura con los detenidos? Ya veremos.
Frente a tantos interrogantes cuya respuesta es negativa o dudosa, resulta legítimo, creo yo, recibir al cuadragésimo cuarto Presidente de los Estados Unidos con un cierto escepticismo, porque, como dice el refrán castellano, no es lo mismo predicar que dar trigo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Por el bien de la humanidad y por el de los propios norteamericanos, quiera Dios que lo consiga.
¿Dejará el gobierno chino de cobrar la bala a los familiares del fusilado? ¿Instaurará Raul Castro la democaracia y dejará de haber presos politicos y "desaparecidos" en Cuba? ¿Se continuará con las ablaciones de clitoris? ¿Seguiran en el poder los mandatarios corruptos de paises donde mueren de hambre millones de niños? ¿Cesará el odio sangriento de Rusia hacia Chechenia?. Perdon, me he salido del tema; ahora estamos hablando de los EEUU.

Saludos
José Antonio

Anónimo dijo...

¿Y usted piensa cambiarlo trabajando tan poco como trabaja? Porque escribe una entrada cada tres días.

Anónimo dijo...

No me gustaría que el blog de Santiago, al que tengo el placer de conocer y apreciar se convirtiera en un Chat. No obstante, le voy a contestar brevemente: Podría hacer uno o dos comentarios por día sin menoscabo de mi trabajo –que seguro son mas horas que las que trabaja usted- No obstante si todas las atrocidades que se cometen en este mundo quedaran solucionadas trabajando mas… tenga la completa seguridad de que trabajaría hasta morir por ello.

Atentamente

José Antonio

Anónimo dijo...

Verdaderamente si algo se vende caro, es el optimismismo. Si además nos ponemos a analizar la reaidad de modo desapasionado podemos caer en profunda desazón, en insolente apatía, habrá no obstante que albergar alguna esperanza de que en algo se mejorará. Un viento corre a favor, como es que resulta practicamene imposible concebir un mandato peor que el de Bush.
M.Sant Macía