viernes, 31 de octubre de 2008

¿DEBE SER LA REINA UN SER ASEXUADO?

Creo que debemos felicitar a la periodista Pilar Urbano por esas declaraciones de Doña Sofía que ha plasmado en su libro "La Reina muy de cerca". Es asombroso que haya conseguido el nihil obstat de la Zarzuela para poner negro sobre blanco todas esas opiniones y reflexiones que componen un magnífico retrato de la Reina. Es asombrosa también la polémica que se ha organizado al hacerse público ese retarto que nos presenta a una mujer de perfil conservador, que hace gala de los valores tradicionales en que se sustentan su educación moral, su bagaje cultural y su orientación política. Puede que Sofía de Grecia, próxima ya a la edad de 70 años haya querido sincerarse con sus súbditos españoles, o puede que Urbano, muy conservadora y de derechas ella misma, haya querido utilizar las opiniones de la Reina como un "argumento de autoridad" para combatir algunos aspectos de la sociedad actual que no le gustan, como el aborto, la posible legalización de la eutanasia, el matrimonio homosexual o las leyes de los hombres en presunta contradicción con la ley natural o divina. Sea cual cual sea la explicación de lo sucedido, a mí me parece que Pilar Urbano nos ha prestado un gran servicio, porque así sabemos más de lo que sabíamos y podremos construir mejor nuestra propia composición de lugar.
Mucho más dudoso es que la Reina, con esas declaraciones le haya prestado un buen servicio a la Monarquía, aunque tampoco creo que estemos a dos entrevistas más de la República, como decía hoy un destacado columnista. Es evidente que aquí ha fallado alguien y ese alguien no es otro que el encargado -o los encargados- de leer las galeradas del libro antes de darlo a la imprenta y enviarlo a las librerías. Pilar Urbano, creo yo, ha hecho su trabajo con gran profesionalidad y no se la puede culpar de nada. La Reina y sus colaboradores sabían que el cuestionario por escrito que envió a La Zarzuela y las quince sesiones de trabajo que mantuvo con Doña Sofía eran para publicar un libro, pero a lo mejor cometieron un exceso de confianza.
La Reina, a la que su marido definió un día como "una gran profesional", tenía que haber valorado mejor los riesgos de "hablar en privado" delante de un periodista y sus ayudantes tenían que haber hilado más fino al decidir qué cosas de las que se dijeron debían publicarse y cuáles otras no. Yo no creo que la Urbano se haya saltado ningún "off the récord" ni se haya aprovechado de las confidencias que pudo hacerle Doña Sofía en la confianza de una conversación a solas, y más si es cierto que envió las pruebas para que les dieran el visto bueno. El error, insisto, es sólo atribuible a quienes no corrigieron adecuadamente el texto.
También podría suceder, como apuntaba más arriba, que a la Reina le haya dado un ataque de sinceridad, como al que escribe unas menorias, y haya querido hacer públicas sus opiniones para conocimiento del público en general y ayuda de los historiadores en particular. Está en su derecho, aunque la prudencia política aconseje no ejercitar ese derecho. Pero quien marca los límites de esa prudencia política es ella y no quienes dicen sentirse agraviados por sus opiniones y reclaman una neutralidad imposible. Las personas de carne y hueso tienen además ideas, tienen opiniones, están a favor de unas cosas y en contra de otras; y a nadie se puede negar el derecho a expresarlas, aunque al hacerlo se dañe a sí mismo o a la institución que representa.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Está bien conocer las opiniones de la Reina, que tiene derecho a tenerlas como cualquier otro español. Lo que es más cuestionable es la forma en que presuntamente se han obtenido esas opiniones.
Aunque la autora enviase las pruebas de imprenta a Zarzuela para que las revisasen, tendría que haber distinguido claramente lo que eran declaraciones de lo que era una charla informal, si es que sucedió tal como se explica en la nota oficial de rectificación. Eso lo saben los estudiantes de primero de Periodismo.
Hay que proteger a las fuentes, incluso durante una entrevista, porque todos sabemos que las entrevistas nos ayudan a obtener "background" que a veces es más valioso que las propias declaraciones oficiales.

Manuel de Ramón

Anónimo dijo...

En torno al asunto de las declaraciones de la Reina Sofía, nos movemos en un equilibrio complejo.Por un lado no es nada democrático cercenarle a cualquier ser humano el inalienable derecho a expresar libremente su opinión, pero es que los reyes que reinan, aunque sea en monarquias parlamentarias como la española gozan de unos privilegios que les hace diferentes al común de los mortales, y como son una rareza, han de asumir que en medio de tanta prerrogativas como tienen, algún precio han de pagar; en algo tienen que estar en desventaja con respecto al resto de los ciudadanos, como es el no poder hacer públicas sus filias y sus fobias en cuestiones en las que la ciudadanía está dividida.
M. Sant Macía

Anónimo dijo...

Para M. Sant Macía. Yo estoy de acuerdo en que determinados funcionarios, como por ejemplo los militares, tengan que renunciar a alguno de sus derechos como el de la libertad de expresión.
Si vemos a los Reyes como "funcionarios" vitalicios por el hecho de estar al servicio del Estado, también aceptaré que renuncien a su derecho a la libertad de expresión o a su derecho al voto, como hacen en cada convocatoria electoral.
Lo que no veo tan claro es eso de los "privilegios" de que gozan, según usted.
No sé que privilegios son esos, porque si se refiere a que tienen un sueldo vitalicio, es normal que cobren por su trabajo (que lo realizan y muy bien hasta ahora) y si se refiere a que viven en un palacio y todo lo demás, supongo que es algo inherente a los jefes de Estado de todos los países del mundo. Y estos con más merecimiento que otros (piense en la cantidad de repúblicas antidemocráticas que hay por el mundo, aunque formalmente se llamen repúblicas).

Anónimo dijo...

Los responsables del nihil obstat habian sido burlados por la Sra. Urbano (Menuda tia). Yo voy a otra cosa: McCain llama socialista a Obama, y este, se ha cogido un rebote descomunal. Entonces yo me pregunto... ¿como es que Rodriguez Z., Blanco, Trini Jimenez y otros destacados socialistas están tan posicionados con la derecha que lidera Obama?. Hay que tener en cuenta que el partido que representa Obama en EEUU está bastante a la derecha de, por ejemplo, el PP.

Alicia... ¡¡Vuelve!!
Saludos
José Antonio

Anónimo dijo...

Para José Antonio:

Yo creo que la actitud de Zp se explica con dos refranes "a falta de pan buenas son tortas (comestibles, claro)" y "menos da una piedra". En este caso también podemos inventar uno "más vale lo desconocido (bueno o malo) que lo pésimo conocido".

B.H.O.