miércoles, 1 de octubre de 2008

SOLBES SE SIENTE CÓMODO EN MITAD DE LA TORMENTA

La presentación del proyecto de Presupuestos en el Congreso es una de esas tradiciones anuales que uno no debe perderse, como las uvas en Nochevieja o el potaje de garbanzos en los viernes de Cuaresma. Estuve ayer martes en la rueda de prensa ofrecida por Pedro Solbes y sus dos Secretarios de Estado para explicar los detalles de las cuentas públicas para 2.009. Mientras escuchaba al Vicepresidente se me ocurrió el titular que encabeza estas líneas, pero luego dijo lo de su confianza absoluta en la seguridad de nuestros ahorros y dudé sobre cuáles serían las palabras más adecuadas para encabezar esta "entrada". Al final he pensado que la primera idea es la que vale y me reafirmo en la "comodidad" de Solbes en relación con el déficit, la deuda, el techo de gasto, los ingresos, la solvencia de nuestro sistema financiero y la búsqueda de aliados políticos para aprobar las cuentas presentadas. Esto es lo que escribí en los pasillos de la Cámara Baja mientras se hacía la hora de comer:
El Vicepresidente Económico del Gobierno, Pedro Solbes, se ha esforzado repetidamente esta mañana para enviar un mensaje de tranquilidad a los ahorradores españoles en medio de las turbulencias que están sufriendo los mercados financieros. "No tengo ninguna duda de que los ahorros de los españoles en instituciones financieras de nuestro país no corren ningún peligro", ha dicho Solbes de manera rotunda cuando le han preguntado por las actuaciones de otros países para salvar bancos amenazados de quiebra.
Solbes hacía estas declaraciones en la sala Clara Campoamor, del Congreso de los Diputados, donde ha explicado a los medios de comunicación el contenido de los Presupuestos del Estado para el año que viene. Ha reconocido, no obstante, que la banca española está sufriendo las tensiones de liquidez que se registran en el sistema financiero desde el estallido de la burbuja especulativa en torno a las hipotecas "subprime" de los Estados Unidos. Pero, a su juicio, la banca española se encuentra cómoda y no está teniendo demasiados problemas para encontrar financión en la actual coyuntura, que "no es comparable a la que se registra en otros países". Solbes ha insistido en que ninguna entidad española corre peligro en estos momentos y la solvencia de todas ellas está garantizada.
Si nuestra banca se siente cómoda gracias a sus balances saneados, el Vicepresidente Económico dice sentirse cómodo con las cuentas públicas para 2009, gracias al saneamiento aplicado en ejercicios anteriores. Por ejemplo, no le preocupa el déficit de más de 17.000 millones (el 1,5 por ciento del PIB), porque la estabilidad presupuestaria es un concepto que debe aplicarse al conjunto del ciclo económico, de manera que el Estado ahorra en los años de bonanza y gasta más en los años malos, para mantener el gasto social y estimular a los sectores productivos. El nivel de la deuda pública, que en 2009 alcanzará el 39 por ciento del PIB, tampoco inquieta a Solbes, por dos razones: que está claramente por debajo de la media europea y que no presenta problemas de financiación, es decir, que los títulos que emite el Tesoro se colocan en el mercado sin problemas. Sí ha reconocido el Vicepresidente, aunque siempre desde el sentimiento de comodidad, que la deuda le sale a España bastante más cara que a Alemania: un 0,5 más, cuando hace poco más de un año la diferencia entre los bonos españoles y alemanes era inexistente. Solbes ha calificado los Presupuestos de "austeros" y ha dicho que miran al futuro porque hacen hincapié en las partidas que más pueden contribuir al incremento de la competitividad; y al mismo tiempo miran al presente, tratando de ayudar a los ciudadanos más amenazados por la crisis. Los gastos sociales alcanzan casi el 53 por ciento del presupuesto consolidado ( Estado más Seguridad Social), mientras que las transferencias a las Comunidades y Ayuntamientos representan el 20 por ciento del total. De cada 100 euros de gasto, algo más de cinco se dedican al pago de los intereses de la deuda pública y casi siete a los servicios públicos básicos. Las pensiones mínimas subirán un 6 por ciento en 2009 y el Fondo de Reserva recibirá otra aportación de 8.000 millones de euros, con lo que la llamada "hucha de las pensiones" alcanzará este año que viene la cifra de 65.000 millones de euros.

UNA PREGUNTA PARA EL GOBIERNO DE LA SEÑORA AGUIRRE

En los periódicos del miércoles leo que el Consejero de Hacienda de la Comunidad de Madrid considera que estos Presupuestos son nada menos que "una afrenta, un agravio, un ataque sin precedentes y una enorme deslealtad hacia la Comunidad de Madrid". El señor Beteta está tan enfadado porque, al parecer, cada madrileño va a recibir en 2009 una cantidad en inversiones del Estado que es 185 euros inferior a la media nacional.
Sería muy osado, por mi parte, emitir juicios de valor sobre la adecuación de estos Presupuestos a las necesidades que hoy tienen España y sus diecisiete Comunidades Autónomas. Carezco de los conocimientos necesarios para ello. Pero sí me atrevo a decir que el señor Beteta es un pueblerino un poco atravesado, como tantos nacionalistas que tenemos que soportar sobre la piel de toro. A todos nos gusta tener un frontón en nuestro pueblo, claro que sí. Pero si ya nos lo construyeron el año pasado, o el anterior, se supone que ahora les toca a otros. ¿A cuánto tocábamos los madrileños -señor Beteta, señora Aguirre- cuando el Gobierno invertía miles de millones de euros en la construcción de la T-4 de Barajas? La demagogia es uno de los defectos más insoportables de los políticos.

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