El Ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, ha reafirmado en el Congreso su convicción de que España no llegará a la cifra fatídica de 4 millones de pardos, a pesar de la intensa destrucción de empleo que se está registrando en los últimos meses. El Gobierno sigue confiando en que el segundo semestre de 2009 marque el punto de inflexión hacia una lenta recuperación del número de ocupados, que irá acelerándose a lo largo de 2010.
El titular de Trabajo hacía estas declaraciones antes de comenzar una comparecencia en la que explicó las líneas de actuación de su departamento para el presente año. Entre estas líneas destaca la posible reforma de la legislación sobre los Expedientes de Regulación de Empleo. El Ejecutivo quiere que los planes sociales y de recolocación sean un requisito imprescindible de los ERE, que se aumente hasta 52 años la edad mínima partir de la cual pueden aplicarse las prejubilaciones y "estudiar la reposición de las prestaciones percibidas por los trabajadores por suspensión temporal de contrato, cuando a posteriori se produzca otro expediente que origine la extinción del mismo".
El portavoz del Partido Popular en la Comisión de Trabajo, José Ignacio Echániz, dijo que su grupo estaría dispuesto a apoyar esta nueva legislación sobre los ERE, pero al mismo tiempo echó en cara al Ministro su actitud contradictoria, ya que, según Echániz, por un lado critica los expedientes que incluyen prejubilaciones incluso a partir de los 48 años y luego les da el visto bueno cuando se le presentan oficialmente.
Echániz pronosticó que el paro seguirá creciendo a lo largo de 2009, hasta alcanzar la tasa del 17 por ciento de la población activa, lo que en términos absolutos significaría elevar la cifra de desempleados hasta el listón de los 4 millones.
El Instituto Nacional de Estadística publicará el próximo día 23 la Encuesta de Población Activa correspondiente al cuarto trimestre de 2008. Esos datos, que no se esperan nada halagüeños, junto con los que proporcione el INEM sobre el paro registrado en el mes de Enero, constituirán la sustancia de la comparecencia del Presidente del Gobierno al inicio del próximo período de sesiones en el Congreso.
Mientras seguía las intervenciones de Corbacho y de los portavoces de los distintos grupos, me estuve preguntando hasta qué punto el Ministro de Trabajo se juega el cargo con esa afirmación tan rotunda de que no llegaremos a los 4 millones de parados. Hay que tener en cuenta que a la rápida destrucción de puestos de trabajo se suma un acelerado crecimiento de la población activa, que en los últimos 12 meses se ha incrementado en 650.000 personas. Así que el Ministro se está poniendo él mismo en el disparadero, si bien el verbo dimitir no es de los que más se conjugan en España. En estos últimos días el Presidente del Real Madrid ha vuelto a invocar la doctrina de que dimitir es de cobardes y la Ministra de Fomento, atrapada por las nevadas y otras imprevisiones, ha dejado claro que ella no se mueve de su silla hasta que el Presidente la eche. Pero una cosa en la que coinciden todos los Presidentes es en la pereza que les da la tarea de hacer crisis de Gobierno. El tiempo dictará sentencia.
Rescate, bancos, fortunas y calcetines
Hace 4 años
3 comentarios:
Hola Santiago.
Paso por aquí, echo un vistazo a tu blog y te digo que pondré un enlace en el mío para venir con más facilidad hasta el tuyo.
Por cierto no sé si sabes que Pedro Talaván tiene otro "Talaván talaván cuenta", por si quieres pasarte por ahí.
Ayer lo pasamos bien en la conferencia y en el después. Espero verte por Velilla al menos en estos eventos.
Un saludo
Luz
Hola Santiago!!
En mi opinión Corbacho habla por hablar.
No es que yo justifique a Echániz, que desde luego está deseando meter el dedo en la herida, pero a la vista de como están las cosas, más le valdría al ministro no hacer declaraciones que no pueda mantener.
Como dijo el gran filósofo Ludwing Wittgenstein "De lo que no se puede hablar, más vale guardar silencio."
Un saludo.
Marta.
Pedazo de filosofo este Ludwing Wittgenstein; de manera que de lo que no se puede hablar es mejor guardar silencio ¡que profundidad! ¡que lucidez! ¡que sutileza! ¡que agudeza¡ ¡que lumbrera!
¡D. Marcelinooo vengase arriba tronquito!
José Antonio
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