viernes, 2 de octubre de 2009

SOBRE LA RIQUEZA Y LA POBREZA: UN ARGUMENTO DE AUTORIDAD

Me siento al teclado cuando faltan menos de dos horas para que los representantes de Madrid 2016 suban a la tribuna del Bella Center de Conpenhague para defender nuestra candidatura. Y mientras toco madera a la espera del desenlace vuelvo mis pasos sobre lo que escribíamos aquí hace unos días y que luego cobró rabiosa actualidad con ocasión de la multimillonaria pensión recibida por el ex-Consejero Delegado del BBVA, José Ignacio Goirigolzarri, a cambio de dejar vía libre a su jefe inmediato, don Francisco González, Presidente de la entidad bancaria.
Lo que reiteradamente hemos sostenido en ZD es que la cuantía de este tipo de retribuciones (a pesar de la escandalera provocada, hay que recordar que los ingresos anuales de Gorigolzarri apenas eran una cuarta parte de los de su jefe) resultan abusivas porque no guardan relación alguna con el valor real del trabajo que estas personas aportan a sus empresas y porque además son fijadas en su cuantía por las mismas personas que se van a beneficiar de ellas. Alguien ha escrito que este argumento nuestro contra los sueldos estratosféricos es pura demagogia. Así que nos hemos tomado la libertad de aportar al debate los argumentos de un pensador español que tiene acceso a las páginas de los grandes diarios nacionales.
Nos referimos a don José Vidal-Beneyto, quien escribió hace unas semanas un artículo titulado La abominación que no cesa y que concluía con estas dos preguntas: ¿Qué razones pueden esgrimirse para justificar que el patrimonio de las 10 primeras fortunas del mundo sea superior a la suma de las rentas nacionales de los 55 países más pobres? ¿Cuándo dejaremos de tolerar tanta ignominia, cuándo pondremos fin a tanta abominación? Antes de llegar a esta conclusión, Vidal-Beneyto nos recordaba que "en Estados Unidos el 1 por ciento de los habitantes situados en la cumbre patrimonial disponen de una fortuna superior a la suma de las que tienen los 170 millones de estadounidenses con menores recursos". Y, hablando de retribuciones salariales, citaba un informe del Wall Street Journal según el cual "un director ejecutivo medio gana hoy en día 364 veces más que un empleado medio, cuando hace 40 años apenas llegaba a 20 veces más". Es razonable pensar que en España está pasando otro tanto, porque los ingresos anuales de algunos presidentes de la gran banca equivalen a casi 1000 veces el salario medio publicado por el INE hace unos días.
Se esgrime a veces, para justificar tanta desmesura, la gran valía profesional de los agraciados, pero Vidal-Beneyto cita algunos ejemplos que demuestran hasta qué punto es falsa esa justificación en multitud de ocasiones. Entre estos ejemplos cabe destacar el de Hank MacKinnell, presidente de la multinacional Pfizer, que perdió durante su mandato la friolera de 137.000 millones de dólares. Eso no impidió que el señor MacKinnell se llevara 200 millones en concepto de indemnización. O el de Daniel Bernard, presidente de Carrefour, cuya mala gestión llevó a una crisis en la que perdieron su empleo más de 1000 empleados. Aún así, consiguió embolsarse unos 210 millones en aplicación de su contrato blindado.
Esto es lo que hay, queridos lectores de ZD, la dura realidad es inocultable e injustificable. "Mi lucha es dura y vuelvo/ con los ojos cansados de haber visto/ este mundo que no cambia", dejó escrito el gran Pablo Neruda. Me parece que la única esperanza está en la opinión pública, en la presión que la opinión pública pueda ejercer sobre los poderes políticos para que se ponga coto a esa injustica creciente.

LA CORAZONADA NO PUDO SER

Al final Madrid se quedó sin los Juegos de 2016. Una derrota doblemente dolorosa, porque viene a unirse a la sufrida en Singapur y porque la distancia con respecto a Río fue abismal en la votación decisiva. Hay que felicitar a la ciudad brasileña por apuntarse el éxito histórico de que por primera vez los Juegos vayan a celebrarse en Sudamérica. Hay que agradecer a los miembros de la candidatura madrileña el trabajo que han llevado a cabo y, por su puesto, hay que insistir en que Madrid se merece organizar unos Juegos. Yo creo que dos derrotas no deben ser argumento suficiente para dejar de intentarlo. Y que no se me olvide: felicidades a la amable lectora que profetizó la victoria de la ciudad carioca. Nunca deseé tanto que uno de mis lectores estuviera equivocado y también deseé estar equivocado en mis temores. Esperemos que la decepción no se convierta en depresión.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Este mundo es una barca, dijo calderon de la mierda.

J.A. González dijo...

Ya no queda mas hastío en mi cerebro sobre este manido tema de las injusticias sociales planetarias. Debería usted escribir algo sobre el asunto de que en el noventa y nueve por ciento de estos países “pobres” gobiernan los corruptos mas abyectos y obtusos del planeta. La cifra que Europa, EEUU y otros destina a la pobreza en el mundo, lo sabe usted, es escalofriante; mucho mayor que la que cobran todos esos desaprensivos que usted describe en toda su asquerosa vida. incluido el Sr. presidente de Caja Castilla La Mancha Juan Pedro Hernández Moltó; alias míreme a los ojos D. Mariano.

Es como todos esos tertulianos de las radios. Se pasan el día describiendo el fuego mientras el resto de los mortales arde. Supongo que luego volverán a sus respectivas vidas tan felices y perfectamente remunerados por lo bien que ha descrito el fuego.

Que me digan todos los que airean lo injusto que este malvado mundo que Bastilla hemos de tomar y déjense de monsergas.

J.A. González