La Mesa del Congreso decidió anoche, mediante un impresentable pucherazo reglamentista, dejar sin grupo parlamentario a la coalición independentista vasca. La mayoría absoluta del PP se impuso a las abstenciones de PSOE y CiU, que tampoco tuvieron el valor de votar en contra, que es lo que merecía una decisión como esa.
Es verdad que Amaiur no cumplía el requisito de tener al menos el 15% de los votos en el conjunto de circunscripciones por las que se había presentado. ¡Pero no lo cumplía por tan sólo catorce centésimas en el porcentaje de voto que consiguió en Navarra! Verdad es, asimismo, que los simpatizantes de ETA intentaron la treta de constituir el grupo sólo con los elegidos en el País Vasco, donde sí cumplían esa exigencia del 15%. ¿Pero no es igualmente cierto que UPyD ha recurrido a la treta de unirse al diputado de Foro Asturias para constituir su grupo? ¿Y no es igualmente cierto que exitían unos cuantos precedentes de interpretación flexible del Reglamento del Congreso para facilitar la constitución de grupos parlamentarios? ¿Por qué tanta flexibilidad con unos y tanto rigor reglamentista con otros?
El PP tropieza en la misma piedra que ya tropezó Aznar cuando su desaforada obsesión con los nacionalistas catalanes: el resultado fue que en las elecciones de 2004 ERC sacó nada menos que 8 diputados. Ahora esta torpeza, este imperdonable error, será utilizado por los simpatizantes de ETA para presentarse como víctimas y se convertirá en el mejor argumento para fortalecer los sentimientos de agravio y el discurso independentista.
Sabemos de sobra quiénes dirigen Amaiur y cuáles son sus posiciones políticas con respecto al terrorismo que hemos sufrido los españoles, como también sabemos que los dirigentes irlandeses del Sin Feinn -ahora en el Gobierno del Ulster- eran al mismo tiempo dirigentes del IRA. Pero nos hemos pasado la vida diciéndole a la izquierda abertzale que, una vez llevada a cabo la renuncia a la violencia, todas las ideas políticas eran defendibles por la vía pacífica y de las urnas. Y cuando se disponen a hacerlo, sin que los tribunales hayan encontrado motivo alguno para ilegalizarlos, van los de la mayoría absoluta del PP y les estampan el reglamento en las narices. A eso le llamo yo "violencia" institucional, como reza el título de esta entrada.
Rescate, bancos, fortunas y calcetines
Hace 4 años
2 comentarios:
Pienso exactamente lo mismo que tú. ¡Total y absolutamente de acuerdo; una gran torpeza y publicidad gratis para los abertxales!
PMT
Hace mucho tiempo que dejé de participar en este “ideo-endogámico” blog. Pero hoy, en este último articulo, la desvergüenza, la demagogia y la necedad han sido insoportables.
Ya lo tengo claro: “Hasta siempre Santiago, los de la mayoría absoluta DEMOCRATICA te saludan”
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