jueves, 29 de diciembre de 2011

EL GOBIERNO DE RAJOY CONGELA EL SMI: SIGUEN LAS CHAPUZAS

Dijo el Presidente del Gobierno,cuando solicitó la confianza de la Cámara Baja, que su propósito era "gobernar para todos los españoles". Y ya vamos comprobando lo ilusorio, imposible o falso que resulta tal propósito. La primera decisión económica adoptada por el nuevo Ejecutivo perjudica descaradamente a un nutrido grupo de compatriotas, integrantes por cierto de los sectores más pobres o menos pudientes de la sociedad. Se congela el Salario Mínimo Interprofesional en los misérrimos 641,40 euros actuales. Cabría preguntarse por qué el patrón Estado se muestra dispuesto a hacer el "esfuerzo" de subir el sueldo de los pensionistas en un 1% y al mismo tiempo consiente o autoriza a los patronos privados a no subir el sueldo de sus trabajadores peor remunerados.
Según leo en los papeles, el Salario Mínimo Interprofesional se creó en 1980, siendo Presidente del Gobierno don Adolfo Suárez González, con una cuantía inicial que, convertida a nuestra actual divisa, ascendía a la cantidad de 136,85 euros mensuales. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, esa cantidad tendría que ser a día de hoy de unos 690 euros mensuales para que el SMI tuviera la misma capacidad adquisitiva que tenía cuando se creó. Es decir, que las sucesivas revisiones a lo largo de los últimos treinta años ni siquiera equivalen a la inflación acumulada. No cabe mezquindad mayor, me parece, en una sociedad que, en ese mismo período, ha visto crecer su "renta per cápita" en más de un punto por año, en términos reales, es decir, una vez descontada la inflación.
Rodríguez Zapatero prometió en su día situar el SMI en 800 euros mensuales al final de su segundo mandato. Promesa justa y razonable que ha quedado incumplida en el vendaval de la crisis. Ahora se nos dice desde el Gobierno, a fin de justificar lo injustificable, que la prioridad es crear empleo. ¿Pero alguien puede creer que se vaya a firmar o rescindir un solo contrato por el hecho de que el SMI suba 15 ó 20 euros mensuales? Las causas de la contratación o del despido hay que buscarlas, creo yo, en otro sitio.
Desde el Ministerio de Trabajo se ha señalado que son muy pocos los trabajadores que cobran el Salario Mínimo Interprofesional: unos 134.000. Más razón, entonces, para no condenarles a seguir en tan deplorable situación. Aunque posiblemente son muchos más los que perciben ese sueldo, sobre todo en el sector de las empleadas de hogar, donde no existe un convenio regulador de las condiciones laborales.
¿Para cuándo, señores Rajoy y De Guindos, alguna medida en relación con los elevadísimos sueldos que se adjudican a sí mismos-sin ningún pudor- los altos directivos de las empresas públicas y privadas? Sueldos que multiplican por diez o veinte veces el salario de Su Majestad el Rey, que ahora hemos conocido.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

MARIANO RAJOY EN SU MOMENTO DE GLORIA Y ESPLENDOR

Escribo estas líneas un par de horas antes de que Mariano Rajoy, después de haber jurado su cargo en el Palacio de la Zarzuela, anuncie los nombres de los nuevos ministros. Curiosamente esa comparecencia del nuevo Presidente del Gobierno ante los medios va a coincidir con otra comparecencia pública en la que un nutrido grupo de militantes y dirigentes socialistas van a presentar el documento titulado "Mucho PSOE por hacer".
Se me ocurre que una cosa sobre la que debieran reflexionar los redactores del documento socialista es que Rajoy ha conseguido por fin llegar a La Moncloa después de dos intentos previos fallidos. Casos como el de Rodríguez Zapatero, que consiguió ganar a la primera, son más bien la excepción. Recuérdese que Felipe González también perdió dos veces antes de ganar arrolladoramente en las elecciones de 1982; y también José María Aznar conoció el amargo sabor de la derrota en dos ocasiones antes de su triunfo por la mínima en 1996.
¿Qué quiero decir con todo esto? Que quizá los dirigentes socialistas no deberían dejarse arrastrar por el dramatismo de la derrota, por las prisas o las urgencias. Y que quizá deberían limitarse a un debate y una renovación tranquilos, con la vista puesta en el Congreso que ya tienen convocado y en el que habrán de elegir un nuevo Secretario General. ¿Sería mejor que el Secretario General lo elijan todos los militantes en lugar de los delegados elegidos para el Congreso? Es posible que sí, pero los estatutos actuales dicen que ha de elegirse en el Congreso, y en todo caso eso ya es un grado de democracia interna infinitamente superior al que se da en el PP, donde el líder designa con su dedo al sucesor, como ocurrió hace ocho años con Aznar y Rajoy.
Pero volvamos al Rajoy triunfante que a solas en su despacho de La Moncloa prepara la comparecencia de esta tarde, porque a lo mejor no es de muy buen gusto recordarle ahora que debe su liderazgo al dedo de su antecesor. Dijo en su discurso de investidura el nuevo Presidente que para su Gobierno no habrá españoles malos y españoles buenos, pero es evidente que a los parlamentarios y votantes de Amaiur los considera españoles malos, puesto que les ha impedido tener grupo parlamentario aun a riesgo de recibir un varapalo por parte del Tribunal Constitucional.
También dijo que, salvo las pensiones, todas las partidas de gasto están en revisión. No dijo nada, sin embargo, de pedir un esfuerzo a los que más tienen, por ejemplo a través del Impuesto de Sucesiones, que es claramente un impuesto a favor de los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad. Dijo asimismo el nuevo Presidente que es inaceptable la extendida práctica de que los futuros jubilados pasen previamente dos años por el paro, pero no dijo nada de los sueldos estratosféricos que se adjudican a sí mismos los altos directivos de las empresas. Y, hablando de la acción exterior que se propone llevar a cabo su Gobierno, no dijo nada de los paraísos fiscales, no dijo nada de incrementar la lucha contra el fraude fiscal.
Así que, con el discurso de Rajoy en la mano, uno siente que puede ser razonable la sospecha de que los esfuerzos y sacrificios que se van a pedir para cuadrar las cuentas van a ser muy asimétricos y que el resultado final será un peor reparto de la riqueza. Desde la derecha, y también desde la izquierda, se dice siempre -o casi siempre- que la mejor forma de repartir la riqueza es crear empleo. Pero ahí tenemos el ejemplo de Estados Unidos, donde hay la mitad de paro que aquí pero el doble de gente en la miseria, el doble o el triple de gente viviendo bajo el umbral de la pobreza, diez o quince veces más de gente sin ningún tipo de protección frente a la enfermedad. Cabe también la esperanza de que Rajoy decida mirar más hacia la Alemania de Angela Merkel, que tiene menos de la mitad de paro que nosotros, pero con una recaudación fiscal 10 puntos de PIB por encima de nosotros y con un gasto social otros 10 puntos de PIB por encima del que se registra en la piel de toro.

viernes, 16 de diciembre de 2011

"VIOLENCIA" INSTITUCIONAL CONTRA AMAIUR: LA PRIMERA GRAN CHAPUZA DEL PP EN LA NUEVA LEGISLATURA

La Mesa del Congreso decidió anoche, mediante un impresentable pucherazo reglamentista, dejar sin grupo parlamentario a la coalición independentista vasca. La mayoría absoluta del PP se impuso a las abstenciones de PSOE y CiU, que tampoco tuvieron el valor de votar en contra, que es lo que merecía una decisión como esa.
Es verdad que Amaiur no cumplía el requisito de tener al menos el 15% de los votos en el conjunto de circunscripciones por las que se había presentado. ¡Pero no lo cumplía por tan sólo catorce centésimas en el porcentaje de voto que consiguió en Navarra! Verdad es, asimismo, que los simpatizantes de ETA intentaron la treta de constituir el grupo sólo con los elegidos en el País Vasco, donde sí cumplían esa exigencia del 15%. ¿Pero no es igualmente cierto que UPyD ha recurrido a la treta de unirse al diputado de Foro Asturias para constituir su grupo? ¿Y no es igualmente cierto que exitían unos cuantos precedentes de interpretación flexible del Reglamento del Congreso para facilitar la constitución de grupos parlamentarios? ¿Por qué tanta flexibilidad con unos y tanto rigor reglamentista con otros?
El PP tropieza en la misma piedra que ya tropezó Aznar cuando su desaforada obsesión con los nacionalistas catalanes: el resultado fue que en las elecciones de 2004 ERC sacó nada menos que 8 diputados. Ahora esta torpeza, este imperdonable error, será utilizado por los simpatizantes de ETA para presentarse como víctimas y se convertirá en el mejor argumento para fortalecer los sentimientos de agravio y el discurso independentista.
Sabemos de sobra quiénes dirigen Amaiur y cuáles son sus posiciones políticas con respecto al terrorismo que hemos sufrido los españoles, como también sabemos que los dirigentes irlandeses del Sin Feinn -ahora en el Gobierno del Ulster- eran al mismo tiempo dirigentes del IRA. Pero nos hemos pasado la vida diciéndole a la izquierda abertzale que, una vez llevada a cabo la renuncia a la violencia, todas las ideas políticas eran defendibles por la vía pacífica y de las urnas. Y cuando se disponen a hacerlo, sin que los tribunales hayan encontrado motivo alguno para ilegalizarlos, van los de la mayoría absoluta del PP y les estampan el reglamento en las narices. A eso le llamo yo "violencia" institucional, como reza el título de esta entrada.

viernes, 18 de noviembre de 2011

LA PRIMA DE RIESGO Y EL DESENLACE PRESENTIDO: ESPERANDO A LA CABALLERÍA

Algunos lectores de ZD no habrán hecho la mili y, por tanto, les resultará extraña o absurda la inmemorial consigna con que los padres nos entregaban a aquella experiencia de la que, supuestamente, volveríamos hechos unos hombrecitos: que nadie se fije en ti, no destaques ni para bien ni para mal, ni por arriba ni por abajo, que nadie pueda recordar ni tu nombre ni tu número.
Lo que viene ocurriendo desde hace meses con la llamada prima de riesgo me recuerda vivamente aquellas desgracias –muchas veces imaginarias – que lloverían sobre nosotros durante el servicio militar si por alguna razón atraíamos la atención de oficiales y suboficiales de la compañía. Los países amenazados de ruina son aquellos que no han conseguido desarrollar una habilidad especial para pasar desapercibidos a los ojos de los mercados y de las agencias de calificación de riesgos. Agencias y mercados desempeñan hoy con despiadado entusiasmo el mismo papel que oficiales y suboficiales desempeñaban en el campamento de instrucción de reclutas.
En el día de ayer, el Tesoro español llevó a cabo una subasta de bonos a diez años por los que hubo de ofrecer una rentabilidad del 7,088% con tal de conseguir que los participantes en la misma (bancos y casas de bolsa) le prestasen 3.563 millones de euros. El dato ha sido recibido en los medios de comunicación con un comportamiento que cabría equiparar al de un bombero que se dedicase a lanzar gasolina con su manguera.
“Un coste insoportable”, titula su editorial de hoy el diario EL PAÍS. “Los costes financieros que debe pagar España crecen sin tasa ni media”, escribe el editorialista; y concluye: “Es una situación insostenible; la economía no puede permitirse ese coste de financiación durante mucho tiempo”.
¿Insostenible? ¿Insoportable? He aquí las palabrejas que caen sobre nosotros como si fueran chuzos de punta. Pero tratemos de sobreponernos al miedo, a la amenaza de plagas bíblicas que se cierne en nuestro horizonte, y echemos un vistazo a algunos datos objetivos. A lo largo de todo el año el Tesoro español ha venido colocando sus títulos a largo plazo con una rentabilidad por debajo del 5,5%. Quiere decirse que el coste adicional de esta última subasta viene a ser de unos 53,5 millones anuales en intereses que habrá que pagar. ¿Qué representa esa cantidad dentro de la partida total de más de 30.000 millones de euros anuales que España dedica a pagar los intereses de su deuda? Apenas nada. La confusión y el pánico subsiguiente vienen de creer que las rentabilidades del mercado secundario de la deuda se trasladan automáticamente a todo el volumen de títulos emitidos anteriormente, creencia falsa que quizá algunos promueven para que aceptemos sin rechistar esa musiquilla que tanto les gusta: ajustes y más ajustes, recortes y más recortes, disciplina y más disciplina. Ese traslado de rentabilidades se produce mucho más lentamente de lo que cabría deducir ateniéndose a las voces de alarma que se oyen por todas partes.
Como ha tenido a bien recordarnos el señor Rajoy, España tiene una deuda pública total de 700.000 millones de euros. Por cierto, se le ha olvidado añadir que esto de la deuda pública no es de hace dos días, que también durante los años en que gobernó el PP de José María Aznar teníamos un volumen de deuda aún mayor en términos de porcentaje sobre el PIB. Y, por supuesto, se le ha olvidado subrayar que esa deuda nuestra es inferior a la que tienen los alemanes, con todo lo gallitos e intransigentes que se ponen.
Pero volvamos a los datos objetivos. España tiene que renovar cada año un 10% de la deuda en circulación y además tiene que buscar financiación para el déficit anual. En estos momentos, pues, el Tesoro necesita captar unos 120.000 millones anuales para cubrir sus necesidades. El coste medio anual de los títulos ya emitidos (los intereses que hay que pagar) está en torno al 4,5%, lo que viene a dar esos más de 30.000 millones que citábamos más arriba y que representan, más o menos, un 3,2 de nuestro PIB. En el supuesto de que la prima de riesgo siguiera donde está ahora, el coste adicional de financiación (un 2,5 más sobre 120.000 millones) vendría a ser de unos 3.000 millones de euros: ¡tardaríamos tres años en incrementar un 1% del PIB la partida dedicada a pagar los intereses de la deuda! Evidentemente, cuantos menos intereses haya que pagar mucho mejor (mucho mejor para el Estado, que no para los ahorradores), pero no parece que sea como para rasgarse las vestiduras el hecho de que la partida destinada al abono de intereses se incremente en 3.000 millones anuales dentro de un presupuesto público total de 350.000 millones, y más teniendo en cuenta que el Tesoro recupera una parte de esos intereses por la vía del impuesto sobre las plusvalías.
Más datos objetivos. A los medios de comunicación en general, a los líderes de opinión, a los analistas y a los líderes políticos se les olvida recordar que la prima de riesgo aumenta no sólo por los intereses que se exigen a la deuda española: se incrementa también por los intereses que dejan de exigirse a la deuda alemana. No es normal –si en las circunstancias actuales cabe hablar de normalidad- que los ahorradores, los inversores, los gestores de fondos de inversión y de pensiones, los responsables de las carteras de los bancos (en definitiva, es puñado de seres de carne y hueso a los que conocemos con el nombre genérico de “mercados”) prefieran prestarle el dinero a Alemania al precio irrisorio de un 2% antes que prestárselo a España o a Italia al 6 y pico por ciento. Si a los intereses que a día de hoy se le exigen a Alemania les restamos los impuestos y la inflación esperada, resulta que el retorno que un inversor recibirá por su dinero es negativo en términos reales. La única posibilidad que tiene de que ese retorno resulte positivo es que otros inversores –aún más miedosos o más irracionales- estén dispuestos a comprar los títulos en el futuro a tasas de interés aún más reducidas. Esa no es una situación normal, se mire como se mire.
La pregunta que cabe hacerse es: si los datos objetivos son los que son, por qué tanta alarma. Creo que la respuesta es no la situación actual en sí misma, sino la convicción extendida de que en cualquier momento puede desatarse una espiral de pánico incontrolable. Los líderes políticos europeos no están lanzando los mensajes adecuados para recuperar la confianza, pero los integrantes de “los mercados” (aun admitiendo que actúan de buena fe y no por puro afán especulativo) tampoco están actuando de un modo muy racional: si un banco, o un fondo de pensiones, estaba dispuesto hace unos meses a comprar deuda española al 5% no veo razón alguna para que no quiera comprarla al 6,5.
Casi todas las miradas se han vuelto hacia el Banco Central Europeo para pedirle que emplee toda su capacidad disuasoria a fin de evitar la espiral de pánico, que haga lo mismo que están haciendo la Reserva Federal de los Estados Unidos o el Banco de Inglaterra. Y no cabe duda de que podría hacerlo, con su liquidez sin límites. Pero muchos olvidan un detalle: el retorno a la normalidad, a la confianza, tienen que basarse también en el comportamiento de los inversores, de la gente que maneja dinero y tiene capacidad para decidir a quién se lo presta y a quién no. Tan solo un ejemplo al respecto: si los chinos hicieran con la ingente cantidad de deuda americana que acumulan lo mismo que están haciendo “los mercados” en Europa con la deuda española o italiana, la bóveda celeste se desplomaría sobre nuestras cabezas.
¿Oiremos al final en lontananza el cornetín de la caballería? Yo me inclino a creer que sí, pero también podría ser que no. Y en este caso, conviene dejar claro que las culpas del desastre no podrán cargarse en exclusiva a la cuenta del BCE, serán culpas muy repartidas.

viernes, 30 de septiembre de 2011

EQUO: UNA OFERTA "ECOLÓGICA" PARA FRAGMENTAR UN POCO MÁS EL VOTO DE LA IZQUIERDA

Con notable éxito de público se celebró el jueves día 29 de septiembre la presentación de EQUO en Alcalá.Las dos caras más conocidas de la nueva formación -Juan López de Uralde e Inés Sabanés- explicaron los objetivos que persiguen, básicamente el de obtener representación parlamentaria. López de Uralde ha sido director de Green Peace en España e Inés Sabanés procede de Izquierda Unida, de la que fue candidata a la Presidencia de la Comunidad de Madrid y donde seguramente sus méritos y capacidades personales no fueron suficientemente reconocidos.
¿A qué público, a qué electorado, se dirige EQUO? Podría decirse que a ese amplísimo sector de la ciudadanía, de carácter interclasista, indignado por la forma en que se han conducido hasta aquí los asuntos públicos que a todos afectan. Un sector social preocupado por los problemas del medio ambiente y deseoso de encontrar alguna oferta novedosa en el "mercadillo" de las ideas políticas. Podría decirse también, por la orientación social de los discursos de Sabanés y López de Uralde, que EQUO de ningún modo aspira a arrebatarle votantes al Partido Popular, sino que busca su espacio en los caladeros del voto socialista desencantando y quizá también en los menguantes caladeros situados a la izquierda del PSOE. Quizá el voto más deseado por los impulsores de EQUO sería el voto de los que en su día se identificaron con el movimiento 15-M, suponiendo que de ese magma pudiera extraerse un programa coherente y practicable.
Desde mi punto de vista, lo que va a conseguir EQUO es fragmentar un poco más el voto de la izquierda y poner un nuevo obstáculo a que en el parlamento español siga habiendo un discurso político a la izquierda del PSOE, un discurso contundente, bien elaborado y bien argumentado, un discurso como el que a lo largo de dos legislaturas ha enarbolado con extraordinaria brillantez Gaspar Llamazares. Si desapareciera ese discurso las consecuencias serían mucho más graves que si desaparecen el lince ibérico o las Tablas de Daimiel. No quiero menospreciar la importancia de los programas o planteamientos ecológistas, pero sí digo que es más importante, más urgente y más estratégico luchar contra las injusticias que están sufriendo los sectores sociales menos pudientes y contra el crecimiento de las desigualdades que van a provocar la política de recortes que ya se practica y la que se anuncia.
El propio López de Uralde explicó que en Cataluña su formación va en alianza con Iniciativa. ¿Y por qué no van en alianza con Izquierda Unida para el resto de España? Quizá porque, en el fondo, amén de buscar su propio lugar al sol, tanto López de Uralde como Sabanés se sienten políticamente más próximos al PSOE que a la izquierda heredera de las tradiciones comunistas.

martes, 14 de junio de 2011

LA PRIMA DE RIESGO COMO COARTADA

Una de las expresiones o conceptos más a la última en la información política y económica es la llamada prima de riesgo. Pocas personas -si hiciéramos una encuesta callejera- serían capaces de identificarla con precisión, pese a que se maneja constantemente como argumento de autoridad para justificar desmanes como los que se están cometiendo contra la ciudadanía griega, irlandesa, portuguesa y también española. Para algunos, lo que dictan los mercados y la prima de riesgo son las nuevas tablas de la ley, de modo que muy bien podríamos ahorrarnos el coste de ir a las urnas y gobernar los países con arreglo a cómo pinte cada mañana la famosísima prima.
¿y en qué demonios consiste o qué demonios es esa prima que nos trae a mal traer? Digamos que es el interés adicional que un país, por ejemplo España, tiene que ofrecer para captar capital en relación con el que necesita ofrecer el país de referencia, que -¡oh, casualidad!- es Alemania. Hace algunos años se decía que el fútbol es un deporte en el que juegan once contra once y siempre gana Alemania. Ese predominio teutónico parece haberse trasladado ahora a los mercados, que son el territorio donde todas las economías compiten por captar el ahorro disponible y siempre se lo lleva Alemania.
Todos estamos endeudados hasta las cejas,también los alemanes, con todo lo arrogantes que se muestran. Pero a ellos, que también recurrieron a la contabilidad creativa y a las trampas cuando tuvieron que digerir la expansión hacia el antiguo Este comunista, ahora les ha salido un aliado poderosísimo: el miedo de los inversores. Este miedo, convenientemente azuzado desde las tribunas que pregonan el evangelio neoliberal, ha llevado a que la gente esté dispuesta a presarle dinero al gobierno alemán a un precio del 2,8 por ciento anual, mientras que a España se le exige, a día de hoy, un 5,4. Por eso se habla en los telediarios y en las páginas económicas de que "la prima de riesgo se ha disparado hasta los 260 puntos básicos". El lenguaje tecnocrático, como el de los antiguos predicadores, lo que persigue es asustar y manipular al pueblo llano haciéndole creer que no está capacitado para entender las altas cuestiones que le afectan. Pero un punto básico, queridos amigos, no es más que la modesta centésima de toda la vida. Y nótese, por otra parte, el comportamiento irracional a que conduce el miedo, porque comprar deuda alemana al 2,8 significa perder dinero en términos reales, si tomamos en cuenta la inflación y los impuestos que hay que pagar por los intereses recibidos.
El presidente del BBVA, Francisco González, ha dicho en la Universidad Menéndez Pelayo, tomando como punto de partida la prima de riesgo, una barbaridad que le descalifica. Según él, cada cien puntos básicos que sube la prima de riesgo de la deuda española le cuestan a nuestra hacienda pública la friolera de 12400 millones de euros en intereses anuales. Esto es falso de toda falsedad.
Veamos. Actualmente, hay unos 700.000 millones de deuda pública en circulación, que tienen un coste medio del 3,5 por ciento anual y a los que no afecta para nada la famosísima prima de riesgo.¿Por qué no les afecta? Pues porque son títulos ya emitidos a un determinado tipo de interés, que es inamovible para toda la duración de dichos títulos, duración que puede oscilar entre tres meses y treinta años. En todo caso, esa referencia -extraída de las cotizaciones en el mercado secundario de deuda pública- afectará a los títulos que hayan de emitirse a partir de ahora. Resulta que, entre amortizaciones y nuevas emisiones, el Reino de España puede necesitar este año unos 100.000 millones. Y resulta, además, que muchos de los títulos que se amortizan están pagando intereses más altos que los que se pagan a día de hoy, a pesar de la prima de riesgo. De modo que cien puntos básicos( que es un punto porcentual más) pueden suponer, como mucho, 1.000 millones más al año en intereses. Es una cantidad respetable, pero muy alejada de la que expuso en Santander el señor González. Para llegar a esos 12400 millones que él ha escrito en su pancarta necesitaríamos más de 10 años renovando y emitiendo nueva deuda con la prima de riesgo actual.
Lo que pasa es que la dichosa prima de riesgo, tan de moda últimamente, les viene muy bien como coartada a los poderosos de este mundo, abanderados de un programa de recortes de derechos y prestaciones, sacrificios, subidas de impuestos indirectos y privatizaciones para que paguen la crisis los pecheros de siempre. Dice el señor González que España no puede asumir una prima de riesgo como la actual. Pero lo que de verdad no puede asumir España es el "morrazo" que gastan ciertos tipos que están en sus puestos de relumbrón no por los principios constitucionales de mérito y capacidad, sino gracias al dedazo de sus amigos, y encima se adjudican a sí mismos unos sueldos anuales que multiplican por 600 ó 700 veces el sueldo medio de los empleados que tienen bajo su mando. Eso es lo que de verdad no puede asumir España.

martes, 31 de mayo de 2011

EL PAISAJE DESPUÉS DEL BATACAZO DEL PSOE: NI CONGRESO EXTRAORDINARIO NI PRIMARIAS, SINO CONSPIRACIÓN PALACIEGA

Los resultados obtenidos por el PSOE en las elecciones locales y autonómicas del 22 de mayo vienen a confirmar el gran error estratégico cometido por ZP hace ahora un año. En aquel momento debió negarse a los ajustes irracionales e injustos que le exigían los mandamases de la UE y el FMI. Esa negativa habría desembocado, como es lógico, en unas elecciones anticipadas de las que probablemente habría salido también una derrota socialista, pero al menos Rodríguez Zapatero y los integrantes de su Gobierno no habrían quedado como unos traidores a sus propios principios y promesas electorales.
Pero parece que el leonés no es capaz de escamentar y ahora acaba de cometer otro grave error que desprestigia aún más su figura como gobernante. En lugar de convocar un congreso extraordinario del PSOE para elegir una nueva Ejecutiva y un nuevo Secretario General, se ha plegado a la maniobra urdida por Rubalcaba y los llamados "barones" regionales para encumbrar al Vicepresidente por el método poco democrático de la aclamación. Y en lugar de convocar las elecciones generales para el otoño (acabando así cuanto antes con la agonía), se empeña en agotar la legislatura hasta marzo del año que viene.
Es muy posible que Rubalcaba, tanto en la hipótesis de unas primarias como de un congreso extaordinario, hubiera salido triunfador. Pero si tan seguro estaba de esos "miles de dedazos" que reclamaban su liderazgo ¿por qué no ha dejado que fueran las urnas, el voto libre y secreto de los militantes, quienes decidieran ese destino para el que tan vocacionalmente parece sentirse llamado? Porque es mejor asegurarse el mando mediante una conspiración palaciega que salir a campo abierto y quedar al albur de lo que puedan decidir a solas con su almohada los 220.000 socialistas llamados a votar en las primarias.
Lo curioso del caso,lo asombroso, es que Rodríguez Zapatero, que ya lo tiene todo perdido y que ya está amortizado, se haya prestado a una maniobra que pasará a la historia del PSOE, tanto por la inteligencia, sagacidad y arrojo de quien la ha diseñado y ejecutado como por la cobardía de quienes no tuvieron el coraje suficiente para enfrentarse a ella. ZP incumple su promesa de celebrar unas primarias con todas las de la ley y queda reducido a la condición de rehén, casi un pelele, en manos de Alfredo Pérez Rubalcaba, que se hace con todo el poder en esta nueva situación de bicefalia hasta que se celebren los comicios.
También llama la atención la facilidad con que Carmen Chacón se ha dejado derrotar por los conjurados. Puede que, en la hora decisiva, le haya faltado el carácter que le sobra a su rival o puede que haya sentido el vértigo de tener que llevar adelante una campaña en contra de todo el "aparato" del PSOE. Pero no dejemos de lado la posibilidad de que su retirada sea el fruto de un cálculo maquiavélico. Porque entra dentro de lo posible que Rubalcaba, en sus negociaciones con los "barones", se haya comprometido a retirarse si fracasa en su tarea de salvador, es decir, si no consigue al menos los 125 diputados que consiguió Joaquín Almunia en las elecciones del año 2.000. En ese caso, el PSOE podría llegar a su próximo Congreso, previsto para el verano de 2012, con al menos cuatro o cinco aspirantes a la Secretaría General, entre los cuales podría tener muchas probabilidades de éxito la actual ministra de Defensa, si sabe jugar sus bazas.

sábado, 21 de mayo de 2011

JORNADA DE REFLEXIÓN: ESTAMOS TOCANDO EL FONDO

Escribo esta columna cuando faltan pocas horas para que se abran los colegios electorales y menos horas aún para que vaya a darme una vuelta por la Puerta del Sol. No me hago muchas ilusiones con respecto a los frutos concretos que pueda conseguir este movimiento presuntamente espontáneo -Democracia real ya,se autodenominan a sí mismos- surgido durante la campaña electoral, pero quiero echarle un vistazo con mis propios ojos.
Hay muchos motivos para la frustración,para la indignación,para la decepción,incluso para la desesperación. Y quizá todos esos motivos pueden sintetizarse en un solo: tenemos todo el derecho a la libertad y la búsqueda de la felicidad, pero la cruel realidad nos cierra todos los caminos posibles. Nos vemos abocados a un horizonte sin esperanzas, un futuro en el que, tal vez, acabe imperando la ley de la selva, la ley del más fuerte. ¡Qué lejanas y utópicas nos suenan hoy aquellas palabras que inspiraron la Revolución Francesa: libertad, igualdad, fraternidad!
De entre todos los motivos para la indignación y la frustración, yo quiero destacar uno. No creo que sea el más importante, pero lo hago porque hay un responsable del mismo, con nombre y apellidos. Entre fallarle a la gente o fallarle a los "mercados", José Luis Rodríguez Zapatero, hace ahora justamente un año, eligió fallarle a la gente. Y eso que en su gran noche de gloria, siete años atrás, había prometido muy solemnemente: el poder no me va a cambiar, no os fallaré. Puede que ZP lleve razón cuando dice que con su "traición" salvó a España de caer en las garras del "rescate" a manos de la UE y el FMI. Puede que ahora estuviéramos con el dogal al cuello, puesto por nuestros propios "socios", dogal que nos acabarán poniendo de todos modos. Pero al menos tendríamos alguien de quien poder decir: en la hora cumbre de su vida, supo actuar con dignidad. Es mejor ser pobres y tener alguna esperanza que ser igualmente pobres y además desesperanzados.
Cuando era joven e indocumentado, como ya dije en la columna anterior, creía en el fondo de mi corazón que el nivel de autoexigencia ética de las gentes que se situaban a la izquierda del espectro político era mayor que el de las gentes de la derecha. Una de las más duras lecciones de la vida ha sido el tener que aceptar que el material con el que estamos hechos todos es el mismo. Hoy no creo que el material con que están hechos los de la acampada en Sol sea mejor que el material con que están hechos los que se quedarán en su casa y mañana acudirán cívicamente a depositar su voto en las urnas. Pero aun así, acudiré al llamado "kilómetro cero" y por un momento sería feliz si pudiera escuchar a toda pastilla por la megafonía no consignas ni recomendaciones ni instrucciones, sino sólo estos versos de Pablo Neruda,que me hicieron llorar un día cuando los escuché en las voces de Olga Manzano y Manuel Picón:

Mi lucha es dura y vuelvo con los ojos cansados,/a veces, de haber visto la tierra que no cambia,/pero al entrar tu risa, sube al cielo y me busca/y abre para mí todas las puertas de la vida.

jueves, 5 de mayo de 2011

EL PARO Y LOS "BIN LADEN"

El pasado miércoles hemos conocido los datos del paro registrado en las oficinas del Instituto Nacional de Empleo. Os ofrezco aquí el texto íntegro de la columna que escribí por invitación de mis amigos de DIARIO DE ALCALÁ. Una vez escrita, hube de recortarla por razones de espacio, pero la versión que sigue es la original.

EL PARO Y LOS “BIN LADEN”

Cuando yo era joven e indocumentado la percepción que tenía del paro era la misma que tienen esos inconscientes que van a la guerra creyendo que aún no se ha fabricado la bala que ha de matarlos. Cuando era joven cambiaba muy a menudo de empresa y cada nuevo empleo era un poco mejor y un poco mejor pagado que el anterior. Y así fue hasta que hace unos años –ya mayor, pero igualmente indocumentado- fui invitado a viajar a esa tierra de nadie que conocemos con el nombre de prejubilación. En el fondo de mi corazón seguía convencido de que me acompañaría la misma “baraka” que disfruté en mis años mozos, pero el paso del tiempo me ha enseñado el intenso frío que hace por ahí fuera, como me decía hace unos días el presidente de los empresarios del Corredor del Henares.
Abril nos ha concedido un pequeño respiro, pero la única defensa posible contra ese puñetazo en la boca del estómago que son los casi cinco millones de parados es no creernos la cifra. Confieso que soy uno más de los que no se la creen, pese a ser yo mismo uno de los ateridos por el frío reinante. En todo caso, sea cual sea la cifra real de desempleados, creo que se está cumpliendo a rajatabla una de las profecías más sombrías que se hicieron cuando todo era entusiasmo por la moneda única (yo también estaba entre los más entusiastas: ya ven que lo de indocumentado no lo digo a humo de pajas). “Este corsé me está matando”, se quejaban nuestras bisabuelas al oído de sus compañeros de baile. El euro es en nuestros días el corsé que nos está matando a todos, porque los ajustes que antes hacíamos por la vía casi indolora de las devaluaciones ahora tenemos que hacerlos por la muy dolorosa del paro.
El día 4, durante la sesión de control en el Congreso, el Jefe del Gobierno volvía a quejarse porque el Jefe de la Oposición le critica y le critica sin ofrecer propuestas. He aquí una, ahora que se está en pleno esfuerzo por sacar a la superficie la economía sumergida: fíjese una fecha de caducidad para los billetes de 500 Euros, a los que en su día se adjudicó el muy inspirado mote de “Bin Laden”. Puesto que no son aceptados como medio de pago en prácticamente ningún sitio y poseerlos ( y no digamos deshacerse de ellos) es un quebradero de cabeza, lo mejor es suprimirlos y obligar a que se cambien por otros más pequeños, de 50 ó 100 euros cómo máximo. Este paso obligado por ventanilla sería recibido por algunos casi como una confiscación, puesto que los sabuesos de la hacienda pública estarían esperando con la escopeta cargada, como el cazador al acecho. Pero, si el dinero es la grasa consistente que necesita el engranaje económico, lo que no podemos permitirnos es el lujo de que una buena parte del dinero siga fuera de la circulación.

miércoles, 27 de abril de 2011

ES SÓLO FÚTBOL, AMIGOS: DISFRUTÉMOSLO

Escribo esta nueva entrada, después de tantos días de ausencia, movido por el ambiente previo al tercer Real Madrid-Barcelona FC y cuandó sólo faltan unas horas para que la pelota comience a rodar por el césped del Bernabéu. Debo decir -y me habría gustado llevar la cámara conmigo para poder mostrárosla- que la imagen que más me ha gustado en estos últimos días es la de un balcón alcalaíno en el que ondeaban juntas las banderas de ambos clubes. Quizá es una familia con el corazón "partío", quizá están haciendo una proclamación de lo mucho que se deben el uno al otro y de lo mucho que hacen juntos por el fútbol, o quizá lo que nos están diciendo es que lo que importa es el juego, la felicidad del juego, y que ambos merecen ganar y pueden ganar en función de cómo vayan las cosas.
Es todo una pura cuestión de centímetros. Un centímetro más a la derecha y el "obús" enviado por Pepe al palo habría ido a la red. Un centímetro más atrás y Pedro no habría incurrido en el fuera de juego que invalidó el gol azulgrana en Mestalla. Un centímetro menos de estirada y Casillas no habría podido salvar a su equipo, como acostumbra. Los centímetros y los milímetros marcan la diferencia entre la vida y la muerte, entre la victoria y la derrota, entre la gloria y el infierno. ¿Qué sentido tiene esta pelea de gallos entre entrenadores, aficiones, jugadores y prensa si al final puede ganar cualquiera y la cuestión va a decidirse por unos centímetros?
Lo que debería importarnos es ver un buen partido de fútbol, como el de Mestalla, un partido limpio, sin marrullerías, sin errores arbitrales, un partido para disfrutar, como los que disputábamos interminablemente en el patio del colegio. Es de estúpidos desear la victoria aunque sea en el último minuto y de penalti injusto. Es de idiotas no reconocer que el adversario tiene tantos merecimientos o más que nosotros. Es de obtusos no comprender que lo que de verdad vale la pena es que ambos contendientes ofrezcan un espectáculo a la altura de las expectativas despertadas y que la victoria o la derrota son sólo accidentes de un camino que viene de muy atrás y se prolongará aún más tiempo del que podemos imaginar. Es fútbol y sólo fútbol: disfrutémoslo, amigos.

domingo, 3 de abril de 2011

EL PSOE CALIENTA MOTORES

Mientras las motos rugían en el circuito de Jerez, el Secretario General del Partido Socialista anunciaba en la reunión del Comité Federal que no volverá a ser candidato a la Presidencia del Gobierno. En los últimos días se había enfriado un tanto la convicción de que el anuncio se produciría por fin el 2 de abril. Pero finalmente ha llegado y creo que será bueno para el Partido Socialista, porque el porcentaje de voto de castigo que auguraban las encuestas para las elecciones del 22 de mayo queda desactivado. Esto era lo que querían los principales dirigentes regionales y también los principales candidatos.
El Partido Popular, después de confirmarse que ZP arroja la toalla,haría bien en no empecinarse en pedir "elecciones generales ya". Entre otras cosas, porque eso es imposible debido a que primero han de celebrarse las autonómicas y municipales; y, después de éstas, ya estaremos en el verano, que es un tiempo inhábil para las llamadas a las urnas. Por otra parte, las huestes de Mariano Rajoy corren el riesgo de que se les noten demasiado sus ansias por hacerse con el poder cuanto antes, impaciencia que puede acabar despertando a esa "bestia dormida", que son los dos o tres millones de votantes que jamás de los jamases votarán al PP, pero que sí podrían movilizarse para votar "contra el PP". Si los populares se empeñan en hacer leña del árbol caído y siguen insistiendo en su reclamación, pueden llevarse alguna sorpresa.
El riesgo que corren los socialistas es que sus propias ambiciones o bien la presión de los medios de comunicación les lleven a enzarzarse en el debate que ahora no toca: el de quién será el sucesor del líder carismático. Si consiguen sortear ese riesgo, pueden conseguir el consuelo de una derrota digna en las elecciones de mayo y luego tendrán muchos meses por delante incluso para pelear por la victoria en las elecciones de marzo del año que viene. Sin la retirada de ZP iban camino de un desastre de proporciones históricas.
De las muchas cosas que hemos podido leer tras el anuncio, la mejor, a mi juicio, es el artículo que este domingo publica en el diario EL PAÍS el historiador Santos Juliá, quien sostiene la tesis de que el PSOE primero debería resolver su crisis de liderazgo y, una vez resuelta ésta, designar a su candidato a la Presidencia del Gobierno, que obviamente debería ser el nuevo Secretario General. En definitiva, lo que propone Juliá es que, en vez de elecciones primarias, como hicieron en el 98, convoquen un congreso extraordinario, como hicieron en el 2000,y elijan a quien haya de sustituir a Rodríguez Zapatero al frente del partido. La experiencia histórica parece darle la razón.
Extraordinario también el artículo publicado por Juan José Millás en el mismo periódico, con su magnífico talento para describir las situaciónes y los estados de ánimo."Sabemos que dijo -termina Millás su alegato, titulado El Enigma- que no nos decepcionaría. Sabemos que nos decepcionó (y quizá también se decepcionó a sí mismo").
Por mi parte, yo me ratificó en lo que escribí hace un año, cuando el giro radical que dio a su política para calmar a los sacrosantos "mercados": el mejor servicio que podía haber hecho a España, al PSOE y a sí mismo era convocar elecciones anticipadas en aquel momento. Pero no lo hizo, y lo que tiene ahora por delante es un viacrucis muy largo y seguramente insoportable.

jueves, 24 de febrero de 2011

PEGARSE UN TIRO EN LA CABEZA (O EN LOS PIES)

Siempre se acaba volviendo al lugar del crimen. En estos días de recuerdo de lo que fue el 23-F (con el deseo plausible de que no se repita) también hemos recordado lo que fue aquella expropiación de Rumasa que el primer Gobierno de Felipe González se vio obligado a llevar a cabo por la vía de urgencia.
Ocurre que Ruíz Mateos y su familia han vuelto a las andadas, a las prácticas fraudulentas y escapistas que dieron origen a la intervención. Ahora le deben dinero a la Seguridad Social, a los bancos (me pregunto qué gestores de riesgos son los que han tramitado los préstamos a un señor llamado Ruíz Mateos)a los suministradores de sus empresas y a los 5.000 incautos que les prestaron unos 70 millones de euros en pagarés de 50.000 euros cada uno. El patriarca familiar ha dicho que, si su fe religiosa se lo permitiese, se pegaría un tiro en la cabeza en caso de no poder devolver hasta el último céntimo de capital más intereses a las personas que confiaron en ellos. ¡Qué grande es esto de tener una fe religiosa que te blinda frente a las malas tentaciones en caso de no ser capaz de cumplir tu palabra! Así que está claro que Ruíz Mateos se acogerá a su fe en el Altísimo y no se pegará un tiro en la cabeza ni tampoco se hará el "haraquiri" en la plaza pública.
Los que sí que se han pegado un buen tiro en los pies son los 5000 ahorradores (puede que entre ellos hubiera algún potentado al que no le importara perder una calderilla con tal de seguir alimentando a la abeja presuntamente laboriosa) que compraron los pagarés contra las advertencias de la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Yo recuerdo muy bien el enorme despliegue publicitario que hizo la Nueva Rumasa para captar el dinero de los ahorradores/inversores. Supongo que también lo recuerdan los que en estos días han escrito editoriales sobre los peligros de confiar en alguien no solvente y sobre cierta responsabilidad que podría caberles a la CNMV y al Gobierno del señor ZP.¿Y no le cabe ninguna responsabilidad a los periódicos que tan alegremente publicaron aquellos anuncios y añadieron a su cuenta de ingresos el precio de los mismos? Porque no recuerdo haber leído ningún editorial sobre lo que podría ocultarse tras aquella desaforada campaña. Y lo cierto es que el tratamiento informativo y tipográfico que se les dio a las notas de advertencia de la CNMV no tenía comparación posible con el recibido por los anuncios. El resultado es que ahora, según leo en los papeles, algunos de aquellos prestamistas están intentando vender sus títulos y las compañías intermediarias -hay intermediarios para todo- calculan que tendrán que aceptar como mínimo un descuento del 75 por ciento sobre el precio original. Más les habría valido, y más últil habría resultado para todos, que le prestaran su dinero al Estado. Pero en aquel momento la deuda del Estado sólo ofrecía un 4,5 anual y los pagarés de Nueva Rumasa elevaban la promesa hasta el 8 por ciento anual. No hay fe religiosa que sea capaz de vacunarnos contra la avaricia.

miércoles, 16 de febrero de 2011

DE LLUVIAS Y DE BOINAS

Por fin llegaron las lluvias en socorro de los urbanitas de Madrid, de Barcelona y otras capitales agobiadas por la contaminación. En los peores momentos del persistente anticiclón que se había instalado sobre nuestras cabezas se habló mucho de la "boina de contaminación" que cubre Madrid. Dijeron los tertulianos que esa boina ya existía hace por lo menos 40 años y concluyeron que todo es por culpa de la mala gestión de "nuestros políticos".
Es poco edificante la tendencia que se observa en el personal a eludir responsabilidades, cuando es evidente que la culpa de esa contaminación la tenemos todos los que nos empeñamos en utilizar masivamente el automóvil privado en nuestras atascadas ciudades. En Barcelona, por ejemplo, los políticos, en este caso de Iniciativa per Cataluña, intentaron hacer algo no demasiado radical ni demasiado impopular: limitar la velocidad a 80 kilómetros por hora en el área metropolitana. Pero fue llegar el nuevo Gobierno de CIU y anunciar que se suprimirá la citada restricción.
Madrid tiene una red de transporte público más que aceptable, pero muchos ciudadanos se resisten a utilizarla mientras puedan seguir aferrándose a su querido utilitario o familiar o todoterreno. Sólo cuando el uso del coche privado sea absolutamente prohibitivo dejaremos de utilizarlo. Así que tendremos que seguir invocando al dios de la lluvia para que limpie un poco de vez en cuando el aire que respiramos.
Y mientras el viento y la lluvia se llevan provisionalmente la "boina" que nos cubre, hay otras boinas que no desaparecen de nuestro horizonte: son las boinas que "pasan" a la concurrencia los corruptos de toda laya que pululan por la piel de toro.Llega un momento en que uno prefiere no saber, no abrir el periódico cada mañana y encontrarse con la ración de diaria de personajes perseguidos por la justicia después de mucho tiempo de tropelías. Moralmente, no hemos avanzado mucho desde que el gran Quevedo escribiera estos versos: "miré los muros de la patria mía...y no hallé cosa donde poner los ojos".

miércoles, 2 de febrero de 2011

SOBRE RADARES, GLORIETAS Y OTROS QUEBRANTOS

La Dirección General de Tráfico anuncia estos días, con gran aparato publicitario, la puesta en servicio de los llamados "radares por tramo" en el túnel de Somosierra (creo) y en el de Torrox, en Málaga. La iniciativa parece loable, pues que está comprobado que con una velocidad menor es también menor el número de accidentes y el riesgo que corremos los automovilistas. Loable parece también el hecho de que los responsables de la DGT anuncien a bombo y platillo la puesta en servicio de estos radares, que ya venían funcionando en el pasado, pero cuyas mediciones no se convertían automáticamente en sanciones.
Lo que nos atreveríamos a sugerir a la DGT es una campaña publicitaria igual de intensa para aclarar de una vez por todas cómo debemos circular por las glorietas o rotondas.No voy a decir que la mayoría de conductores españoles obtuvimos el carnet en la edad de piedra, pero lo cierto es que la única rotonda de la que teníamos noticia cuando estudiamos el código es la de la plaza de la Concordia, en París, sin duda la glorieta más famosa del mundo (también una de las más bellas) con su Arco del Triunfo y sus ocho o nueve avenidas con sus corrrespondientes cinco o seis carriles.
El caso es que las rotondas han sido una novedad en nuestras vidas, acostumbradas al semáforo. Y el caso es que muchos automovilistas circulan por ellas sin saber que nunca se puede abandonar una glorieta desde los carriles interiores, sino que hay que situarse primero en el carril exterior. Esta ignorancia provoca discusiones, malos entendios y accidentes. No estaría demás, insistimos, una campaña de la DGT al respecto.

jueves, 27 de enero de 2011

REFORMA DE LAS PENSIONES: LA NOCHE DEL GRAN TIJERETAZO

En la madrugada pasada, según hemos podido saber, el Gobierno de ZP y los dos principales sindicatos del país han conseguido cerrar un principio de ac uerdo sobre la reforma de las pensiones. Son tres cambios básicos que, juntos y sumados, suponen un recorte sustancial de las expectativas de futuro de muchos millones de trabajadores. El tijeretazo -siempre será discutible si era imprescindible o no- se asienta sobre tres patas: En primer lugar, se aumenta el número de años necesarios para tener derecho al cien por cien de la base reguladora: actualmente está en 35 años y pasará a ser de 38,5 para quienes quieran jubilarse a los 65 y de 37 para quienes se retiren a los 67. En segundo lugar, se aumenta el número de años que se toman como referencia para calcular la citada base reguladora: hasta ahora eran los últimos 15 años y se aumentará progresivamente hasta llegar a los 25. Y en tercer lugar, se retrasa de 61 a 63 años la edad a partir de la cual es posible la jubilación anticipada.
El efecto de todas esas medidas será una rebaja no tanto de las pensiones ya existentes, sino de las pensiones que recibirán los futuros jubilados. Esto reundará naturalmente en que el gasto total en pensiones disminuirá en relación con el PIB: si ahora estamos en torno al 10 por ciento anual, muy por debajo de la media europea, en el futuro puede ser aún menor, lo que incrementaría, por tanto, la brecha con la media europea.
La presión de los mercados y la presión de las políticas neoliberales que se han apoderado de la UE, han impuesto esta reforma, frente a la que los sindicatos han hecho lo que han podido, que no era mucho. Está claro a favor de quién está hoy la correlación de fuerzas en la UE y, entre meterle un buen bocado a los derechos generados por los trabajadores con sus cotizaciones o subir los impuestos si hace falta, se opta por lo primero: el resultado, me temo, es que el reparto de la riqueza en España, durante los próximos años, tenderá a ser más desigual, más injusto, como ya está ocurriendo gravemente en los Estados Unidos.
Lo único que cabe agradecer al Ejecutivo de ZP es que, al menos, se haya avenido a pactar la reforma con los agentes sociales, lo cual sin duda ha evitado que fuera aún más injusta. Es injusta no tanto porque no fuera necesario ir adoptando alguna medida correctora, sino por el efecto combinado de todas ellas. Difícilmente, en el futuro, alguien conseguirá tener derecho al cien por cien de su base reguladora: los jóvenes cada vez encuentran más dificultades para acceder al mercado laboral, la mayoría de los contratos son en precario y por tanto serán muy numerosos los periodos sin cotización, y encima se aumenta el número de años necesarios. A ver si por lo menos los mercados nos dan una alegría, pero mucho me temo que tampoco.

jueves, 20 de enero de 2011

LEY ANTITABACO: LOS AUTÓNOMOS MIENTEN COMO BELLACOS

Uno de los placeres que nos ha traído este 2011 es la posibilidad de estar a gusto en los bares, incluso cuando éstos se encuentran abarrotados de clientes. No creo que haya un solo fumador que vaya a dejar de ir a tomarse su café o su cañita por el hecho de no poder fumar dentro del bar, del mismo modo que antes de la prohibición absoluta los no fumadores soportábamos los ambientes cargados hasta el extremo con tal de compartir un rato de charla con los amigos.
Pero España es un país de quejicas, un país de vividores, un país en el que se miente cuanto haga falta con el objetivo de no dejar de chupar de la teta de la vaca. Leo una información sobre una encuesta llevada a cabo por ATA ( la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos) entre los autónomos de la hostelería. Según dicha encuesta, los autónomos de este sector (con el que el resto de los españoles mantenemos una estrecha relación de amor/odio) aseguran que la entrada en vigor de la nueva ley antitabaco está disminuyendo sus ingresos en un 60 por ciento. Además, con la benemérita intención de meter mucha presión por arriba y mucho miedo por abajo, nada menos que el 55 por ciento aseguran que tendrán que despedir a alguno de sus empleados.
El presidente de ATA es don Guillermo Amor, un hombre de cuyos buenos propósitos no hay por qué dudar y al que tuve el placer de conocer y entrevistar cuando yo era un periodista en activo y presentaba en RNE el programa Parlamento. Lo que también puedo decir es que el otro día le vi en una entrevista televisiva y, por sus declaraciones, quedaba clarísimo que está en contra de la nueva ley aprobada por el Parlamento, que no por el Gobierno de ZP.
Cabe sospechar, por tanto, que la encuesta de ATA ha sido convenientemente "cocinada" para que el señor Amor pueda exhibir algunos números en los que sustentar sus diatribas contra la nueva ley. Y cabe sospechar, además, que airean esas cifras con vistas a ir abonando el terreno para solicitar más ayudas y más ventajas fiscales. Porque eso de que sus ingresos se han reducido en un 60 por ciento no se lo creen ni ellos. Y si se han reducido, seguramente será más por culpa de los precios tan "abusadores" que suelen aplicar que por culpa de las nuevas prohibiciones impuestas a los fumadores. Que no nos vengan con mandangas los queridos amigos del gremio hostelero: ahora es cuando de verdad se puede disfrutar de bares y restaurantes. Y si el goce no es completo se debe a la cantidad de veces que nos vamos para casa con la sensación de haber sido víctimas de un atraco. Y en cuanto a los presuntos despidos: menos lobos, Caperucita...Y cumplan como es debido lo estipulado en los convenios y demás leyes laborales y tributarias.

lunes, 17 de enero de 2011

EL PRECIO DE LA VIVIENDA Y LOS MERCADOS FINANCIEROS EN 2011

Quienes sois lectores habituales de ZD sabéis que soy un aficionado a los mercados financieros en general y a la Bolsa en particular. Los hombres, además de pura vanidad, somos pura contradicción: no creo que haya nada más antitético que la Bolsa y sus connotaciones especulativas respecto de las ideas notablemente izquierdistas que se defienden en este cuaderno de bitácora.
Y como la ignorancia suele ser atrevida, incluso me atrevo a hacer pronósticos y a dar consejos sobre qué hacer cuando llegan las tormentas: podéis comprobarlo leyendo algunas de las entradas anteriores. El caso es que el año pasado, por estas fechas, me aventuré a pronosticar que en 2010 el índice Ibex 35 -la gran referencia de la renta variable española- acabaría el ejercicio más o menos al mismo nivel en que había terminado 2009. Me equivoqué rotundamente, porque el Ibex terminó el año pasado con una caída de más del 17 por ciento. Quede aquí constancia del yerro, aunque éste no fue óbice para obtener unos resultados aceptables en el manejo de mis exiguos ahorros.
Para este 2011 no me atrevo a hacer pronósticos, aunque tomo nota de que el ejercicio ha comenzado mucho mejor de lo que cabría esperar. Y de la renta variable paso al ladrillo, que fue el paraíso de los inversores y lleva unos años convertido en el infierno de casi todos.
Leo en la edición digital de algunos periódicos que el precio de la vivienda nueva cayó un 3,5 por ciento en 2010 y que ya lleva acumulado un descenso de más del 13 por ciento con respecto a los máximos que alcanzó en 2007. Probablemente el descenso real es mayor del que reflejan las estadísticas oficiales y, desde mi punto de vista, es bueno que los precios del ladrillo no recuperen la senda alcista, porque entonces volveríamos a las andadas. A pesar de los recortes de los últimos años, hay que decir que el precio medio de la vivienda nueva se sitúa en el mercado libre en unos 1825 euros el metro cuadrado, lo cual quiere decir que un piso de 100 metros cuadrados alcanza los 200.000 euros, si incluimos los costes asociados a la compraventa. Lo dramático es que esos 200.000 euros multiplican nada menos que por 9 veces el sueldo medio bruto de un trabajador español.
Y si hablamos de la vivienda protegida, el precio medio del metro cuadrado se situó a finales de 2010 en 1163 euros. El mismo piso de 100 metros tendría en este caso un coste total de unos 126.000 euros, y multiplica por más de 5 el salario medio, lo cual tampo es moco de pavo.
Así que necesitamos que los precios sigan moderándose para purgar los excesos de la burbuja anterior. Y hasta me atrevería a decir algo mas: lo que de verdad necesitamos es que la vivienda deje ser el activo preferido para la inversión. Hay que recordar que la vienda, antes que ninguna otra cosa, es un derecho constitucional y muchos compatriotas han visto imposibilitado el ejercicio de ese derecho por culpa de la manía especulativa que nos entró a todos y que nos llevó a poner los precios del ladrillo por las nubes.
Queridos lectores de ZD, termino por donde empezaba: no me atrevo a hacer pronósticos, pero sí me atrevo a dar una recomendación. Vamos a olvidarnos, al menos por ahora, del ladrillo y vamos a canalizar los ahorros y la inversión hacia la deuda pública y -los más intrépidos- hacia la renta variable. No le haremos mal a nadie y en cambio le estaremos haciendo un bien a España, por lo menos a esa parte de España que ve el acceso a una vivienda digna como un sueño inalcanzable.

viernes, 14 de enero de 2011

AZNAR Y GONZÁLEZ EN LA LIGA DE LOS GALÁCTICOS

El comienzo de año nos ha traído el sonado fichaje de José María Aznar por la eléctrica ENDESA para tratar de aumentar su penetración en Iberoamérica. Unos días antes del fin de año se había anuncido el fichaje de Felipez González por Gas Natural/Fesonsa. Se conoce que la dedicación natural de los ex-presidentes es dedicarse a hacer dinero, aunque hasta donde sabemos el "cáché" de Aznar y González queda muy lejos de los que gozan un Bill Clinton o un Tony Blair.
Ya sabemos que para una buena parte de la humanidad -ahora que Benedicto XVI anda tan enredado con el Purgatorio -el camino hacia el cielo pasa por el éxito en el intento de ganar dinero. Pero lo sorprendente en el caso de nuestros ex-presidentes esa la asombrosa capacidad que tienen para acumular diferentes fuentes de ingresos. El Estado les paga una pensión, más los gastos que les ocasiona su seguridad personal y el mantenimiento de su despacho. Además prestan servicios en una pluralidad de tareas: Aznar, por ejemplo, también se dedica, o se dedicaba, a ser consejero de algunos fondos de alto riesgo.
Y, como era de esperar, entre sus múltiples tareas incluyen la de urgirnos a llevar a cabo las reformas precisas para que los pensionistas cobren menos, los parados tengan menos protección, los trabajadores tengan peores salarios y menos derechos, para que haya menos impuestos directos y más impuestos indirectos, etc. ¿Qué hacer contra tanta cara dura? A lo mejor el último refugio es leer discursos como el de Obama en el funeral de Tucson, discursos que infunden esperanza, que nos ayudan a creer en nosotros mismos, ya que en los demás no podemos confiar. Discursos que son sólo palabras -lo sabemos muy bien- pero son palabras que curan, como le dijo una asistente al Presidente de los Estados Unidos. Aquí, por desgracia, no escuchamos palabras que curan, sino que asistimos estupefactos a decisiones y actos que hieren.

lunes, 3 de enero de 2011

EL RETRASO DE LA EDAD DE JUBILACIÓN Y LA SOSTENIBILIDAD DE LAS CUENTAS PÚBLICAS

Comienzo esta primera "entrada" del nuevo año deseando un muy feliz 2011 a todos los lectores de ZD, que seguirá siendo fiel a su vocación de observar y comentar las cosas que ocurren en la actualidad política y económica. Y comenzamos el ejercicio enlazando con lo que decíamos al final de 2010, ya que el texto que os ofrezco a continuación viene a ser la continuación del anterior. Entre medias de ambos se produjo la comparecencia de fin de año de Rodríguez Zapatero. Ninguno de los argumentos empleados por el Jefe del Gobierno invalida lo que aquí se cuenta.
Criticábamos en una "entrada" anterior la escasa voluntad negociadora que está demostrando el Gobierno de ZP en el delicado asunto de la reforma de las pensiones. Y por reforma tenemos que entender recortes, no en las pensiones ya reconocidas por el Estado, sino en los derechos y expectativas de quienes hoy somos cotizantes y estamos en camino de llegar a convertirnos en perceptores. Es evidente que estamos ante uno de los grandes problemas a los que se enfrenta nuestra sociedad: el de cómo asegurar las rentas de un número cada vez mayor de pensionistas. El gasto en pensiones es la parte del león del gasto público en España y en los países de nuestro entorno; y cualquier política responsable necesariamente tiene que tener entre sus prioridades la de mantener bien embridada esa partida.
¿Qué quiere decir bien embridada? Aquí ya entramos en el terreno del debate político e ideológico y no sólo en el del debate técnico o el cálculo actuarial. Actualmente, el gasto en pensiones representa el 10 por ciento del PIB en números redondos. Y tiende a crecer entre un 0,1 y un 0,2 del PIB por año, principalmente por dos razones: por el incremento del número total de pensionistas y porque el promedio de las nuevas pensiones que se reconocen es superior al promedio de las pensiones que cobraban quienes pasaron a mejor vida. Pero tampoco es una tendencia lineal, porque depende de la tasa de crecimiento económico. En los tres lustros que van de 1993 a 2007 –años de intenso crecimiento de la economía española- el gasto en pensiones llegó a situarse en torno al 8 por ciento del Producto Interior Bruto. Fue en esos años de superávit en la Seguridad Social –gracias a los más de 20 millones de cotizantes que llegó a haber en algún momento- cuando se decidió crear el Fondo de Reserva de las Pensiones, que en la actualidad supera la cifra de 65.000 millones de euros.
Para los partidarios de menos impuestos (sobre todo impuestos directos, ya que contra los indirectos nunca tienen nada), mantener embridada la partida de las pensiones significa llevar a cabo todos los recortes que hagan falta para evitar que aumente la porción que representan del PIB. Para el abajo firmante, no pasa nada aunque lleguen a representar -como ya reporesentan en los países europeos más importantes- el 12 ó el 13 por ciento del PIB, cosa que, al ritmo actual, podría suceder dentro de 30 ó 40 años. Aquí podríamos invocar el famoso dicho de Keynes, según el cual, a largo plazo todos estaremos calvos. Téngase en cuenta, además, que si a día de hoy el Fondo de Reserva representa más de medio año del pago de prestaciones, para dentro de dos o tres décadas muy bien podría representar cuando menos un año o año y medio. Quiere decirse que sólo con sus rendimientos daría de sobra para cubrir esa décima o dos décimas más de PIB a que nos referíamos más arriba. Así, pues, necesitamos seguramente retejar la casa, pero sin prisas y sin atropellos. Desde luego, no necesitamos para nada las urgencias que dicen sentir (por razones ideológicas y no científicas evidentemente) los señores de la OCDE y que por desgracia parecen haberse contagiado al señor Presidente del Gobierno de España.
Una de las razones que se alegan para una medida tan drástica como retrasar a 67 años la edad de jubilación (reconozcamos, en todo caso, que no sería tan drástica si se aplica a un ritmo de un mes más por año), es que en el futuro no habrá cotizantes suficientes para “soportar” la carga que representarán los pensionistas. Quienes defienden este pronóstico tan sombrío, deberían hacer un esfuerzo por ver la ecuación desde otra perspectiva: muchos de nuestros jóvenes actuales y de los niños que ahora están en la escuela van a tener un empleo gracias a la demanda creciente de servicios que representan los mayores de 65 años. La transferencia de renta no va a ser sólo desde los jóvenes cotizantes hacia los jubilados protegidos. Hay que considerar, además, dos aspectos decisivos del problema. El primero, que las pensiones no están exentas de impuestos y que una parte de las prestaciones futuras podría pagarse con impuestos y no con las cotizaciones (como ya se hace, por cierto, con los llamados complementos a mínimos y con las prestaciones no contributivas). Y el segundo, la productividad. El tamaño de la “tarta” que tendremos para repartir (el tantas veces mentado PIB) depende más de la productividad general del sistema económico que del número total de activos. En los llamados años del hambre, por ejemplo, el 70 por ciento de la población activa española estaba en el campo. Hoy en día apenas el 3 por ciento está ocupada en la agricultura y la ganadería, pero disponemos de más alimentos que nunca en nuestra historia.
Retrasar la edad de jubilación, por otra parte, agravaría el problema de la falta de puestos de trabajo para los jóvenes. Sería mejor, a mi juicio, dejarla tal como está, es decir, voluntaria y no obligatoria a los 65; y con los incentivos que se aprobaron durante el primer mandato de Rodríguez Zapatero para quienes voluntariamente retrasan la edad de retiro. Desde la perspectiva de mantener controlado el crecimiento del gasto en pensiones, es más equitativa la ampliación del período de cálculo y probablemente sería suficiente por ahora. En la actualidad se toman los últimos 15 años de cotización, pero en el proyecto de reforma que aprobará el Gobierno a finales de enero ya se incluirá una ampliación hasta los 20 años; y en el futuro podría ampliarse hasta los 25 ó incluso más. Aunque algunos trabajadores podrían salir beneficiados, el efecto estadístico de esta ampliación sería el de rebajar la cuantía media inicial de las pensiones que se reconocen cada año.
Otras dos medidas que podrían incluirse en los cambios que prepara el Ejecutivo serían la ampliación del número de años necesarios para tener derecho a una pensión contributiva (15 en la actualidad) y también del número de años de cotización para tener derecho al 100 por cien de la pensión (35 en la actualidad). Ambas cosas serían excesivas e injustas, sobre todo la segunda, ya que, dadas las condiciones del mercado laboral en España, difícilmente los jóvenes actuales conseguirán llegar a la edad de retiro con 35 años de cotización a sus espaldas.
En definitiva, pues, el Gobierno debería negociar los cambios con los interlocutores sociales y luego aprobarlos en el Parlamento mediante un acuerdo amplio y no imponiendo una mayoría contraria al sentir de sus propias bases sociales, como demuestra la airada reacción de los sindicatos. Gobernar por la vía del ordeno y mando no va a calmar a los insaciables mercados y va a generar conflicto social, porque agravará la injusta distribución de la renta que ya padecemos.