He aquí una de las más estimulantes novedades que puede ofrecernos el nuevo año recién estrenado: esa "guerra" publicitaria (esperemos que incruenta) entre quienes afirman que Dios no existe y quienes creen que su existencia es evidente por sí misma. El debate de las ideas, mediante la palabra hablada o escrita, me apasiona hoy como me apasionaron de niño los partidos de fútbol ( los de la clase A contra la clase B) en el patio del colegio.
El asunto ha comenzado en Londres, donde los ateos han puesto en circulación unos autobuses decorados con una publicidad en la que se asegura que "probablemente Dios no existe; deja de preocuparte y disfruta de la vida". El próximo lunes la campaña llegará a Barcelona y en Madrid los autobuses contratados por la Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores comenzarán a circular el día 26. Algunos creyentes han acudido prestos al campo de batalla y ya tienen circulando por las calles de la Comunidad de Madrid unos autobuses en los que puede leerse que "Dios sí existe; disfruta de la vida en Cristo".
Si tuviera que apuntarme obligatoriamente en uno de los dos equipos (como les pasaba allá en el colegio a los chicos poco aficionados al deporte) creo que lo haría en el de los ateos y librepensadores. Siento una atracción fatal por las minorías y, por otro lado, me gustaría hacerles pagar a los creyentes (católicos) los malos ratos que nos hicieron pasar en la infancia con sus patrañas acerca del Infierno y el fuego eterno que nos aguardaba a quienes tuviéramos la desgracia de morir en pecado mortal. La Iglesia ha reconocido ya que no existen ni el Infierno ni el Limbo. Ciertamente, enviar a alguien al fuego eterno por muy graves que fueran sus pecados o condenar al Limbo a los que no tienen culpa de nada, era de una crueldad inconcebible en un Dios que siempre nos lo han descrito como misericordioso.
De la nada nada sale, decían los filósofos clásicos anteriores al cristianismo. Dándole vueltas a esta afirmación y a lo que yo juzgo como patrañas de la Iglesia Católica ( las del resto de religiones no le andan a la zaga) llegué a la conclusión de que Dios no existía, que todas las religiones no eran más que un cuento chino, un "constructo", como nos decían en la Facultad, quizá apropiado para atenazar las mentes infantiles, pero impresentable para una mente adulta. Pero luego he visto que hay mentes mucho más instruidas que la mía que proclaman sin dudar la existencia de Dios. Así que no me ha quedado más remedio que abrirle un amplio espacio a la duda.
Con uno de estos hombres poseedores de una inteligencia superior tuve una larga conversación paseando por las calles de Riga, donde ambos habíamos quedado atrapados por causa de las cancelaciones aeroportuarias. Era creyente a pies juntillas y afirmaba además que la Católica era la verdadera. Su argumento: después de dos mil años de horrores y tropelías, por fuerza la Iglesia Católica tenía que ser la verdadera, porque de lo contrario habría desaparecido.
¿Existe o no existe Dios? Pruebas objetivas e irrefutables no tenemos ni en uno ni en otro sentido. Pero de lo que no existe duda es de que el hombre necesita que exista Dios. Quizá por esa razón un filósofo tan penetrante como Carlos Marx pudo asegurar que "los hombres no son una creación de Dios, sino que Dios es una creación de los hombres". ¿Y por qué la mayoría necesita -o necesitamos- la existencia de Dios? Respondo con las palabras poéticas de un cantautor por el que tuve la más alta estima: para huir de la muerte.
Lo único que me duele del desigual partido que va a librarse en la flota de la EMT es que los del equipo de librepensadores sólo han podido contratar cuatro autobuses sobre un total de más de tres mil.
Rescate, bancos, fortunas y calcetines
Hace 4 años
4 comentarios:
Colgar este tema en los autobuses o cualquier otro soporte publicitario me parece un disparate premonitorio de algo chungo. Cuidado con La IGLESIA.
Yo que siento por el deporte algo parecido como lo que siento por el sexo de los berberechos, me niego a jugar en ningún equipo: ni en el de la clase A ni en el de la clase B. Haré lo que hacia cuando era chico (me refiero a cuando era un niño) fingiré una diarrea. Ahora no tendría que fingirla; la diarrea mental mundial –a la vista del panorama- ya es pandémica.
¿para huir de la muerte? No. Es para que cuando esta se vaya acercando tener un rendija de puede que haya algo eterno.
P. Guerrero
moraffiLa iniciativa de los ateos londinenses me causó, desde mi incondicional simpatía hacia la misma,la perplejidad de que alguien se metiera en un jardín con los rosales sin podar y por tanto llenos de varas cuajaditas de espinas. Tampoco pense que se pudiera producir el efecto dominó, y menos todavía que la segunda ficha, tras la primera, puesta por los londinenses la pusiéramos los españoles; pero ya que ha sido así, no está mal que los que no tenemos crencias religiosas nos comuniquemos entre nosotros como forma de sacudirnos de encima esa especie de sentimiente de que "lo nuestro es una rareza". Debo decir que no para mí, que me crié en el seno de una familia en la que la religión era algo que aunque nos tenía rodeados (hablo de la España de después de la guerra)no formaba parte de nuestras preocupaciones el estar a bien con Dios. Después, con el tiempo fui racionalizando mi descreimiento, hasta que llegué como Jack London a la conclusión de que "Soy un materialista incurable. Para mí el alma no es más que la suma de las actividades del organismo más los hábitos de cada uno, más los hábitos heredados, los recuerdos, las experiencias del organismo. Creo que cuando uno se muere, está muerto. Creo que al morir estaré tan aniquilado como el último mosuito que hya aplastado".
Un cordial saludo
M.Sant Macía
Por deformación profesional me voy a centrar en el mensaje, desde el punto de vista de una publicista o, de cualquier criatura que tenga dos dedos de frente, el mensaje es una estupidez; a no ser que este “diseñado” para estúpidos (en el sentido clínico de la palabra)
O sea, como PROBABLEMENTE DIOS NO EXISTE. DEJA DE PREOCUPARTE Y DISFRUTA DE LA VIDA. Quien le ha dicho a este “creativo” que los creyente o no creyentes estén preocupados o que no vivan la vida por sus dudas existenciales. (el que las tenga)
¿A caso esta estúpida campaña propone que en el caso de que existiese Dios, ni se te ocurra disfrutar de la vida?
Mas bien da a entender que si crees en Dios debes vivir la vida con pena, dolor y vergüenza.
A ver si tienen cojones u ovarios los que han sufragado y financiado esta campaña, con sabe Dios que intención, -Aunque modestia a parte yo creo saberlo- de hacer lo mismo en los autocares de Teherán.
Esperanza Lupión Borja
pues claro, yo estoy de acuerdo.
Publicar un comentario