Mientras el fortísimo temporal -con olas de hasta veinte metros- azotaba el norte de la península, otro vendaval incontenible nos zarandeaba desde el centro mismo, concretamente desde los ordenadores del INE que han hecho la fotografía del mercado laboral en 2008. Entre la EPA y la ciclogénesis -fenómeno causante de los vientos huracanados del norte- nos han sobrecogido el ánimo durante el fin de semana.
No contribuyó nada a recuperar la necesaria serenidad el Ministro Sebastián con su peregrina llamada al consumo patriótico. Sus palabras casi sonaron a un sálvese quien pueda bastante egoísta. Que el Ministro de Industria de un país que recibe sesenta millones de visitantes cada año, les pida a sus ciudadanos que no vayan de vacaciones al extranjero es un "patinazo" considerable. Porque los ministros de esos países de los que proceden tantos turistas podrían hacer lo mismo, con el consiguiente daño para todos.
Se sabía que la Encuesta de Población Activa del cuarto trimestre de 2008 venía cargada de malas noticias, pero el Gobierno dio la impresión de estar desbordado -quizá también un poco austado- por la profundidad de la crisis y por el acelerado crecimiento del paro. Mariano Rajoy -sobreponiéndose al miedo de estar siendo espiado por sus propios compañeros- habló de "drama nacional" para referirse a ese 14 por ciento -3,2 millones - de desempleados que refleja la estadística del INE.
Uno de los datos que más se han destacado es el de las 800.000 familias en el que todos sus miembros están en paro, pero yo recuerdo que en las EPAS de la primera mitad de los noventa el número de familias con todos sus miembros activos sin empleo se elevaba hasta un millón. No se trata de negar la gravedad de la situación que atravesamos, pero sí de ponerla en perspectiva. En el año 93, con una población activa de apenas 16 millones de personas, estuvimos al borde de los cuatro millones de desempleados, lo que significaba una tasa de paro del 25 por ciento. En estos tres lustros nuestra población activa ha crecido casi un 50 por ciento (ahora somos 23 millones los que estamos en edad y disposición de trabajar) y por tanto, en términos porcentuales, el panorama es más llevadero. Siguiendo la terminología de Rajoy, podríamos decir que estamos ante un drama nacional, pero de dimensiones más pequeñitas que el que teníamos después de los recordados fastos del 92.
Este lunes el Presidente del Gobierno se va a someter a las preguntas de los ciudadanos en una nueva entrega del programa "Tengo una pregunta para usted". Vamos a ver si consigue transmitir una impresión más esperanzadora que su Vicepresidente Económico, quien aseguraba estos días de atrás que "ya hemos agotado todo el margen de que disponíamos contra la crisis". En todo caso nos moveremos en el terreno de las impresiones y de las conjeturas, porque recetas mágicas no hay. Cuando ataca la ciclogénesis lo mejor es quedarse en casa a resguardo y no tratar de exhibirse a cuerpo gentil por el paseo marítimo.
Rescate, bancos, fortunas y calcetines
Hace 4 años
1 comentario:
Ciclogénesis no aparece en el Diccionario de la Real Academia.
De todas formas parece algo diabólico. De manera que con ciclogénesis ni por el paseo marítimo ni por la Avenida de la Aviación Española, y mucho menos a cuerpo gentil.
Después de los picos vendrán los valles.
Angela.
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