jueves, 12 de febrero de 2009

CRISIS, CORRUPCIONES, ACOSOS Y OFENSIVAS

Una de las cosas que más me ha sorprendido en los últimos días ( de acuerdo con mi incorregible tendencia a irme por las ramas) son las cuatro páginas enteras más una portada que el diario EL PAÍS dedicaba a un asunto, a mi juicio, absolutamente menor: un par de estudios grafológicos. Sucedió el martes día 12 de Febrero y al encontrarme con aquello no pude por menos de preguntarme si la crisis nos está trastornando a todos un poco o un periódico que siempre ha hecho gala de objetividad y criterio independiente estaba corrompiendo los ideales periodísticos de los que oíamos hablar en la facultad.
El mismo día en que los editores de EL PAÍS se refocilaban con las conclusiones de sus expertos caligráficos habían sucedido dos hechos objetivamente mucho más noticiosos: el atentado de ETA en el Campo de las Naciones de Madrid y el asesinato en plena calle del director del Centro de Convenciones de Barcelona. Este último suceso no mereció ni veinte líneas en el periódico que dirige Javier Moreno.
Es evidente que el espionaje político ocurrido en la Comunidad de Madrid es un asunto muy grave, pero ya está en manos de los jueces y se supone que éstos darán los pasos necesarios para aclarar quién fue culpable y quién víctima de los presuntos delitos. Es decir, que no era para nada necesario que el periódico que ha destapado el caso encargara por su cuenta unos peritajes caligráficos para dedicarles nada menos que cuatro páginas enteras y una portada. A uno llega a entrarle la duda de si será verdad que EL PAÍS se ha sumado a esa campaña de acoso que los populares dicen que hay contra ellos.
Otra cosa sorprendente, y también un poco ridícula y esperpéntica, es esa foto colectiva que se han hecho los miembros de la dirección del PP para responder unidos a la presunta campaña de acoso. Demasiadas caras de entierro en la foto, como si los reunidos estuvieran lamentándose por algo que hicieron o dejaron de hacer en el pasado. Dice Soraya Sáenz de Santamaría que el Partido Popular, con sus setecientos mil militantes, es una institución de gente honorable. No hay por qué dudarlo y además podemos estar seguros de que no han urdido setecientos mil pelotazos urbanísticos. Pero hay unos cuantos personajes que se han dedicado a amasar grandes y pequeñas fortunas aprovechándose de sus tratos con el poder. Ningún partido está libre de estos arribistas corruptos, cuyas actuaciones resultan a veces tan escandalosas que a la justicia no le queda más remedio que intervenir. La política y el urbanismo salvaje -en obscena alianza- han sido la piedra filosofal para transmutar en oro los ásperos secarrales de la patria mía. Y cuando los tejemanejes salen a la luz, de nada sirve rasgarse las vestiduras y hacerse fotos de funeral, porque la corrupción está ahí y no hay manera de ocultar su hediondo olor. Hay que dejar que la justicia actúe (aunque algunos deberían administrar mejor sus filtraciones y su agenda cinegética) y no tratar de presentarse como víctima de no se sabe qué conspiración u ofensiva.
Los únicos que razonablemente pueden sentirse víctimas de una ofensiva o guerra sin cuartel son los trabajadores con empleo fijo. Los portavoces de las clases dominantes baten de nuevo sus tambores para exigir que se abarate el despido y acabar así -dicen ellos- con la abismal diferencia entre fijos y temporales. Cuando lo consigan, ellos habrán llegado a su tierra prometida y la precariedad en el empleo -que ahora afecta a uno de cada tres- habrá llegado al cien por cien de la población asalariada. Uno que ha batido el tambor con especial entusiasmo y tenacidad es el señor Gobernador del Banco de España, quien ha venido a decir que el mercado laboral funciona muy mal y cuando el despido sea gratis funcionará muy bien.
Qué gran ocasión ha perdido MAFO para quedarse calladito, porque el mismo día en que él reclamaba despidos más baratos, el BBVA daba a conocer las condiciones salariales de sus altos directivos, que caen bajo la jurisdicción de Fernández Ordóñez en tanto que supervisor de las entidades financieras. A casi cien millones de euros asciende el "blindaje" de que goza don Francisco González, Presidente de la citada entidad. Si el Consejo o la Junta de Accionistas deciden despedirlo esa es la indemnización que le tienen que pagar. Equivale a casi cinco veces su salario anual, que llega a la astronómica cifra de veinte millones de euros. Así que MAFO podría dedicarse a eliminar los "blindajes" y los sueldos del todo injustificados de los altos directivos de la banca antes de incorporarse a la ofensiva del despido gratis contra los pecheros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ernatEs evidente que el grupo PRISA siempre ha tenido una mala relación con el PP pese a que uno de los accionistas del "EL PAÍS", al menos inicialmente fue Don Manuel Fraga Iribarne. No hace tanto tiempo la Dirección Nacional del PP en una de esas pataletas que le da a la derecha española, se negaron a ir a los micrófonos de la SER tanto a las tertulias como a explicar su posición sobre los asuntos de ese día a día. Es verdad que algunos dirigentes del partido conservador no acataron la órden y pese a la prohibición de la dirección, en un acto de cordura que les honra, hicieron caso omiso.
No desde luego Esperanza Aguirre que siempre trata de modo despectivo en las ruedas de prensa a ls periodistas del diario "EL PAÍS" que, no sé si en justa o injusta reciprocidad,porque tampoco estoy enterado de que fue primero si el huevo o la gallina, no pierde ocasión zaherir a la Presidenta de la Comunidad madrileña en cada ocasión en que esta hace esas chirriantes declaraciones que tanto juego dan.
Un cordial saludo
M.Sant Macía