viernes, 19 de junio de 2009

¿LE GUSTA A MAFO ESCARBAR EN LA BASURA?

El señor Gobernador del Banco de España ha vuelto a insistir esta semana en la necesidad de aprobar un nuevo modelo de contratación indefinida con el despido más barato. El gran MAFO nunca tiene nada que decir y nada que hacer frente a los "contratos blindados", tan habituales entre los altos directivos de las empresas y la banca. Tampoco le mueven a escándalo los sueldos que se adjudican a sí mismos los presidentes y consejeros de la banca, con grave perjuicio de accionistas, impositores y empleados. Lo que de verdad inquieta a MAFO es que el trabajador injustamente despedido pueda tener derecho a un indemnización decente.
Porque hay que recordar que los famosos 45 días por año de servicio -con un tope de 42 mensualidades- rigen sólo para aquellos despidos que son declarados improcedentes en los tribunales. Cuando el despido está justificado por la mala evolución de la empresa, la indemnización se reduce a 20 días por año y un tope de 12 mensualidades. Hay que recordar, asimismo, que ya existe un modelo de contratación indefinida cuya indemnización por despido es de sólo 33 días por año de antigüedad. Y además debe tenerse en cuenta que en España la inmensa mayoría de los trabajadores están encuadrados en pequeñas y medianas empresas, que tienden a no hacer las provisiones necesarias para las épocas de vacas flacas y, cuando vienen mal dadas, pegan el cerrojazo, se declaran insolventes y a los empleados no les queda otro recurso que acudir al FOGASA, cuyas indemnizaciones están muy lejos de las legalmente establecidas.
En estas circunstancias, Miguel Angel Fernández ordóñez pide un despido más barato: por el camino que nos propone el señor Gobernador toda la contratación laboral acabaría siendo contratación basura, y de ahí el título con que encabezamos estas líneas.
Mientras tanto, en las mesas del diálogo social el Gobierno quiere plantear la posibilidad de una ayuda equivalente al IPREM (Indicador Público de Rentas de Efectos Múltiples) para los parados que agoten todas las prestaciones, algo parecido a lo que ya existe para quienes tienen cargas familiares o son mayores de 45 años.
Está bien, creo yo, que a pesar de los nubarrones que se ciernen sobre las cuentas públicas, se intente mejorar la protección social. Pero una cosa que no entiendo desde hace tiempo es por qué no se trata de impulsar más la contratación a tiempo parcial. No hablo de contratos temporales o contratos-basura, hablo de contratos indefinidos con jornada más corta de lo establecido en convenio y con la correspondiente reducción proporcional de salarios. ¿Cuántos parados y cuántos empresarios podrían estar interesados en firmar contratos para media jornada, por ejemplo? No lo sabemos, pero lo que sí sabemos es que en muchos países europeos el número de contratos a tiempo parcial llega a ser más del 10 por ciento de la contratación total. Entre nosotros son prácticamente inexistentes y no se ve razón objetiva alguna para que la economía española, tan centrada en el sector de los servicios, no pueda generar este tipo de empleos. Me parece que en esas mesas de diálogo social el Gobierno y las organizaciones empresariales deberían plantearse a fondo la forma de estimular el crecimiento de esta modalidad de contratación en el mercado de trabajo español.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo que en España seguimos con la mentalidad de agarrarte con uñas y dientes a un trabajo para toda la vida, no se motiva para los cambios ni para los trabajos de media jornada.
Y hoy en dia en muchas circunstancias: estudiantes, hijos a cargo, familiares a cargo... hay gente que valoraria el trabajar menos horas.
Deberíamos aprender un poco de otros paises... y ampliar nuestra mentalidad.

Anónimo dijo...

Conozco a un tipo que estaría encantado de que lo despidieran por la fuerte indemnización que percibiría. Como la empresa le cuesta Dios y ayuda pagar, ahí está el tipo, vegetando en una empresa que desactivado ya no le quiere y que vería el cielo abierto si se marchase sin tenerle que pagar ni un euro. Conclusión; el despido tan oneroso es malo para la empresa y para el trabajador emprendedor y con iniciativa. En esta situación hay más gente de la que nos imaginamos.

Si quieres contar en tu equipo con autenticas eminencias has de pagar blindajes, sueldos y prebendas. Otra cosa es que esto se haga con dinero público como hace ZP con sus 600 asesores.