martes, 23 de junio de 2009

¿VIVIRÁN NUESTROS HIJOS PEOR QUE HEMOS VIVIDO NOSOTROS?

Decía Keynes que "a largo plazo, todos estaremos calvos". A largo plazo, en efecto, la humanidad asistirá al fin del mundo. Y no hace falta ser un gran profeta para aventurar que ese fin ocurrirá antes de que se apague la estrella que nos da la vida con su luz y su calor. Pero que nadie se eche a temblar porque al Sol puede que le queden todavía ocho o diez mil millones de años. Quizá algunos más. A largo plazo, pues, no hay duda: nuestros hijos -o, para ser más exactos, los hijos de nuestros hijos- las van a pasar canutas, aunque a cambio tendrán la compensación de asistir a espectáculos y acontecimientos que hoy no podemos ni siquiera imaginar. La cuestión es cuando el plazo se acorta en unos miles de años y nos planteamos responder a esta pregunta: ¿vivirán nuestros hijos peor que nosotros? (Continuará...es que tengo el pollo haciéndose en el horno)

2 comentarios:

PMT dijo...

Hombre,Santiago, cualquier tiempo pasado fue mejor... Nosotros hemos vivido de una manera que ahora parece imposible: sin coches, sin carreteras, sin AVE, sin aviones, sin móviles, sin ordenador... y hemos llegado hasta aquí. Nuestros hijos que viven ahora con esas cosas, inventarán otras y arinconarán algunas de éstas. Se me ocurre, por ejemplo: tengo la sensción que la telefonía por cable está descontado los días de su existencia. ¿Significará eso que tendrá que cerrar telefónica? Se adaptará. Pues eso harán nuestros hijos: adaptarse. Tengo confianza en la humanidad y en la inventiva para la adaptación, eso nos ha hecho sobrevivir a guerras y desastres.
Y saca el pollo del horno. Yo tambien te dejo porque tengo la ropa en lejía.
PMT

Anónimo dijo...

¡Que envidia me dais! Siempre he querido ser amo de casa.

Cuidado de eso a seguir las peripecias de Belen Esteban hay un milimetro.