P0co después del alba -aunque sin viento de levante- comenzamos nuestra caminata con rumbo sur, primero por la Calle de las Damas y luego por el Paseo de Pastrana hasta llegar a los merenderos situados junto al puente Zulema. Este puente, además de haber inspirado la cabecera de este blog, da nombre a un trágico suceso ocurrido hace muchos años en la ciudad y del que hablaremos otro día. Desde los merenderos fuimos remontando el curso del río por su orilla derecha, llevando siempre a nuestra izquierda los barrios periféricos de la ciudad y a nuestra derecha el verde paisaje primaveral del Parque de los Cerros. Este parque natural, de unas mil hectáreas de extensión, viene a ser a Alcalá lo que la Casa de Campo es a Madrid, aunque la vegetación es
Junto a la Ermita del Val, que quedó inmortalizada en el himno de la ciudad y que es el escenario preferido por muchos jóvenes alcalaínos para celebrar sus bodas, dimos por concluído el paseo. En total fueron unos siete kilómetros, si contamos la ida y la vuelta, jalonados por lugares característicos de la villa complutense, como son el Barrio de Nueva Alcalá, la Isla del Colegio, el Mercadillo de los Lunes, el Archivo General de la Administración, la Ciudad Deportiva municipal y las ruinas de la fortaleza árabe que hubo en su día por estos pagos. Repusimos fuerzas con un suculento menú del día en una de las más afamadas tabernas del casco antiguo. En las fotos podéis ver, en primer lugar, el aspecto que presenta el río junto a los merenderos del Zulema, en la segunda aparecen el autor de este blog y uno de los caminantes en un sitio que era conocido popularmente como "la Presa de Cayo". Es un recorrido cómodo y muy atractivo, ideal para echar una mañana de cualquier día en cualquier época del año.
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