sábado, 21 de enero de 2012

LOS MILITANTES DEL PSOE SE DEBATEN ENTRE PAPÁ Y MAMÁ

¿Quieres más a papá o a mamá? He aquí el dilema con el que muchos niños españoles (casi todos) comienzan a aprender lo dura, lo caprichosa y lo absurda que es a veces la vida. Un dilema que, medio en serio y medio en broma, se puede aplicar en estos días a los militantes socialistas, afanados en decidir quién será su nuevo Secretario o Secretaria General. He visitado el Instituto de Enseñanza Media Antonio Machado -la antigua y querida sede de la Universidad Laboral de Alcalá- que acoge a uno de los congresos regionales más importantes previos al Congreso Federal de Sevilla. El cogollo del meollo del bollo de estas asambleas regionales es la elección de los delegados que irán a Sevilla, pero las organizaciones políticas no pueden ceder a la tentación de rizar el rizo. En consecuencia, la votación se adorna con una buena cantidad de tareas accesorias y hasta un poco absurdas, como es el debate tedioso de las más de 5.000 enmiendas que al parecer han presentado los socialistas madrileños a la ponencia marco que se debatirá en la capital andaluza.
También en el congreso federal la tarea esencial -elegir al nuevo Secretario General-se adornará con el debate de unas cuantas cuestiones accesorias. No es baladí, sin embargo, la decisión sobre si elegir o no en primarias al candidato a la Presidencia del Gobierno. Carmen Chacón (entre los problemas que plantea su posible elección al frente de la Secretaría General está el de resolver si deberemos llamarla Carmen o "Carma": recuérdese que Josep Lluis Carod Rovira se mosqueaba mucho si se le llamaba José Luis) ya ha anunciado que, si es elegida, se someterá a unas primarias para que los militantes y/o simpatizantes la refrenden como aspirante a La Moncloa.
Esto de las primarias, moda importada a Europa desde Estados Unidos, se presenta por algunos como el no va más de la modernidad, la transparencia y la participación política de los ciudadanos, pero acabará siendo una pura competición de marketing entre los que puedan permitírselo, como ocurre al otro lado del Atlántico. Para colmo, ya los socialistas españoles atravesaron por una experiencia amarga debida a las primarias: Josep Borrell le ganó la partida a Joaquín Almunia con vistas a las elecciones generales del año 2000 y esto generó una situación interna insoportable, porque no estaba claro a quién correspondía ejercer el liderazgo.
Quizás la única manera de resolver estas situaciones de bicefalia sería cambiar nuestra cultura política: el partido y el grupo parlamentario dejarían de ser un instrumento al servicio del inquilino de La Moncloa y éste pasaría a ser un encargado de ejecutar la política decidida por el partido. O se hace esa separación -un poco al estilo de lo que tradicionalmente ha practicado en España el PNV- o lo mejor es que se mantenga el esquema actual en el que el líder o Secretario General del partido es, por definición, el candidato a la Presidencia del Gobierno.
Así, pues la tarea inmediata de los socialistas españoles es elegir un nuevo liderazgo en el primer fin de semana de febrero,pero la verdadera cuestión de fondo a la que se enfrentan, después del batacazo electoral, es su propia historia. Una historia de éxito indiscutible, pues todo lo que hoy conocemos en Europa como "estado del bienestar" es obra suya. Pero también una historia plagada de clamorosas traiciones a los principios, programas y promesas aprobados en sus congresos. Recuérdese que la III Internacional surge como consecuencia del olvido socialdemócrata del principio marxista de que "los trabajadores no tienen patria" para dedicarse a apoyar a unos gobiernos europeos que se habían embarcado en la aventura trágica de la I Guerra Mundial. Hoy vemos a los socialistas catalanes, partidarios unánimes de Carmen Chacón, dejándose embarcar junto a CIU en la aventura insolidaria del llamado "pacto fiscal", que no es otra cosa que la negativa de los más ricos a compartir la "tarta" con los menos ricos o más desfavorecidos, como se dice ahora.
¿Y qué decir de lo que hizo Felipe González con el referendum sobre la OTAN? Puede que los más jóvenes ya no lo recuerden, pero resulta que una consulta que iba a ser para salirnos de aquel pacto militarista (aunque ahora la OTAN sea percibida como una especie de ONG universal) acabó siendo un plebiscito para quedarnos. ¿Y qué decir de la actitud de ZP en la noche negra del 10 de mayo de 2010? Con la excusa de salvar a España -¿salvarnos de quién?- aceptó las presiones de Merkel, Sarkozy y otros integrantes del Consejo Europeo para olvidarse del programa que le había llevado a La Moncloa por segunda vez. Y en lugar de jugarse el todo por el todo convocando elecciones anticipadas, se adentró en un camino agónico que no podía desembocar en otra cosa que la derrota en las elecciones de noviembre de 2011.
Con Rubalcaba o con Chacón al frente, la tarea que tienen por delante los socialistas es recuperar la credibilidad perdida como partido de gobierno y como partido de izquierdas o por lo menos progresista. Tienen que aprender a respetar sus propios programas, a ser coherentes con sus promesas: el peor obstáculo al que hubo de enfrentarse Rubalcaba en la última campaña electoral fue el de ir prometiendo o proponiendo cosas que no habían hecho cuando estuvieron en el poder. Y otra tarea esencialísima que tienen por delante es la de evitar la disgregación, porque yo creo que existe el peligro de que el sistema de bipartidismo que hemos tenido hasta ahora en España se deslice hacia un sistema de partido casi único, con el PP acaparando todo el poder. Y a mí me parece que con Chacón como Secretaria General el peligro de disgregación aumenta, por lo cual creo que Rubalcaba es la opción más adecuada para esta hora difícil del PSOE.

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