Los resultados obtenidos por el PSOE en las elecciones locales y autonómicas del 22 de mayo vienen a confirmar el gran error estratégico cometido por ZP hace ahora un año. En aquel momento debió negarse a los ajustes irracionales e injustos que le exigían los mandamases de la UE y el FMI. Esa negativa habría desembocado, como es lógico, en unas elecciones anticipadas de las que probablemente habría salido también una derrota socialista, pero al menos Rodríguez Zapatero y los integrantes de su Gobierno no habrían quedado como unos traidores a sus propios principios y promesas electorales.
Pero parece que el leonés no es capaz de escamentar y ahora acaba de cometer otro grave error que desprestigia aún más su figura como gobernante. En lugar de convocar un congreso extraordinario del PSOE para elegir una nueva Ejecutiva y un nuevo Secretario General, se ha plegado a la maniobra urdida por Rubalcaba y los llamados "barones" regionales para encumbrar al Vicepresidente por el método poco democrático de la aclamación. Y en lugar de convocar las elecciones generales para el otoño (acabando así cuanto antes con la agonía), se empeña en agotar la legislatura hasta marzo del año que viene.
Es muy posible que Rubalcaba, tanto en la hipótesis de unas primarias como de un congreso extaordinario, hubiera salido triunfador. Pero si tan seguro estaba de esos "miles de dedazos" que reclamaban su liderazgo ¿por qué no ha dejado que fueran las urnas, el voto libre y secreto de los militantes, quienes decidieran ese destino para el que tan vocacionalmente parece sentirse llamado? Porque es mejor asegurarse el mando mediante una conspiración palaciega que salir a campo abierto y quedar al albur de lo que puedan decidir a solas con su almohada los 220.000 socialistas llamados a votar en las primarias.
Lo curioso del caso,lo asombroso, es que Rodríguez Zapatero, que ya lo tiene todo perdido y que ya está amortizado, se haya prestado a una maniobra que pasará a la historia del PSOE, tanto por la inteligencia, sagacidad y arrojo de quien la ha diseñado y ejecutado como por la cobardía de quienes no tuvieron el coraje suficiente para enfrentarse a ella. ZP incumple su promesa de celebrar unas primarias con todas las de la ley y queda reducido a la condición de rehén, casi un pelele, en manos de Alfredo Pérez Rubalcaba, que se hace con todo el poder en esta nueva situación de bicefalia hasta que se celebren los comicios.
También llama la atención la facilidad con que Carmen Chacón se ha dejado derrotar por los conjurados. Puede que, en la hora decisiva, le haya faltado el carácter que le sobra a su rival o puede que haya sentido el vértigo de tener que llevar adelante una campaña en contra de todo el "aparato" del PSOE. Pero no dejemos de lado la posibilidad de que su retirada sea el fruto de un cálculo maquiavélico. Porque entra dentro de lo posible que Rubalcaba, en sus negociaciones con los "barones", se haya comprometido a retirarse si fracasa en su tarea de salvador, es decir, si no consigue al menos los 125 diputados que consiguió Joaquín Almunia en las elecciones del año 2.000. En ese caso, el PSOE podría llegar a su próximo Congreso, previsto para el verano de 2012, con al menos cuatro o cinco aspirantes a la Secretaría General, entre los cuales podría tener muchas probabilidades de éxito la actual ministra de Defensa, si sabe jugar sus bazas.
Rescate, bancos, fortunas y calcetines
Hace 4 años
1 comentario:
Comparto el análisis. La retirada de ZP hace un año hubiera sido una decisión acertada. Pero, claro, eso lo decimos ahora a la vista de la evolución de los acontecimientos. Seguramente, Zapatero guiado por su buena estrella pensó que podía darle la vuelta a las encuestas, a la crisis y a la realidad. Ahora empieza a ser tarde para todo. También para Rubalcaba. El viejo Fouché aún sueña con su gran victoria. Me temo que pocos creen en ella. Ni fuera ni dentro del partido.
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