lunes, 14 de abril de 2008

EL NUEVO GOBIERNO DE ZP: SOLBES MARCA SU TERRITORIO

En su libro Memorias de Adriano, Marguerite Yourcenar pone en boca del Emperador unas palabras como éstas: Ya estoy muy viejo, pero no tanto como para no ser capaz de defender mi territorio palmo a palmo ( cito de memoria y por eso me ahorro las comillas, pero el sentido de la frase es ese ). Una novela y un personaje que me han venido a la mente mientras repartía mi tiempo entre el desyuno y los titulares de prensa.
El "emperador" de nuestra economía ( yo creo que no sería exagerado ponerle ese alias a Pedro Solbes, después de once años al frente del Ministerio del ramo) ha salido a la palestra para recordar a todos: "El vicepresidente soy yo y llevo la política económica". Ya veremos hasta cuándo, porque ZP le ha metido la zorra en el corral de las gallinas con el nombramiento de los "sebastianes" ( Miguel Sebastián más las dos ministras que éste recomendó calurosamente al Jefe del Gobierno). Cada día me gusta más Pedro Solbes, aunque he de confesar que preferiría una política, sobre todo en el terreno de los impuestos, un poquito más a la izquierda.
Ni los 2.500 euros por cada nuevo hijo ni los 400 euros de devolución a cada contribuyente son políticas de izquierdas, sino más bien neoliberales, muy del gusto del señor Sebastián y que luego Solbes, poniéndose de todos los colores, tuvo que defender en el Congreso. ¿Fue también Sebastián el que inspiró a ZP aquella frase para la historia según la cual bajar los impuestos es de izquierdas? Con afirmaciones de ese tipo, los socialistas españoles, con su líder carismático a la cabeza, lo van a tener muy mal si quieren convertirse en una referencia para la socialdemocracia de todo el mundo. Para decir simplezas de ese calibre no hacen falta fábricas de ideas, como esa que al parecer va a dirigir ahora Jesús Caldera.
Lo que es de izquierdas, ahora y en 1879, cuando los tipógrafos visionarios se reunieron en la taberna aquella de la calle de Tetúan, es acabar con las injusticias, restablecer la igualdad de oportunidades para todos. Y con las injusticias no se acaba sustituyendo impuestos directos por indirectos o suprimiendo otros, como los de patrimonio y sucesiones. ¿ Por qué no le preguntamos a cada votante socialista si está de acuerdo con que el señor Pizarro -al que tanto criticaron durante la campaña por los muchos millones que se había llevado de Endesa- quede exonerado de pagar ni un euro en concepto de patrimonio?
Otra cosa que llama la atención en el nuevo Ejecutivo de ZP es lo nítido que se ve el esfuerzo por mantener los equilibrios dentro de la organización socialista y hasta qué punto es incierto eso de que el Presidente tiene autonomía total para nombrar a sus ministros. ¿Alguien puede sostener seriamente que Magdalena Álvarez lo ha hecho mejor que Joan Clos? Lo que pasa es que a Clos querían quitárselo de enmedio los del PSC y enviar a Madrid a Celestino Corbacho, que sí cuenta con el visto bueno de la organización catalana. Y a Magdalena Álvarez no hay manera de sustituirla porque cuenta con el respaldo de la muy poderosa organización andaluza. En realidad, todo Gobierno es un Gobierno de coalición, con el Presidente ejerciendo de árbitro entre las distintas tendencias y las distintas presiones e intereses que llegan a los centros neurálgicos del poder. Uno de esos centros es el despacho de Pedro Solbes en la calle de Alcalá, desde el cual ha lanzado el mensaje de que el nuevo Ejecutivo es una coalición entre él y todos los demás. Vaya, vaya con Solbes; y eso que tenía un ojo a la virulé.

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