JOSE BONO, ELEGIDO PRESIDENTE DEL CONGRESO EN LA SEGUNDA VOTACIÓN

José Bono, el candidato socialista, ha sido elegido Presidente del Congreso en la segunda votación. Bono, a quien vemos conversando con Alfredo Pérez Rubalcaba, Diego López Garrido y Ramón Jáuregui, en una imagen tomada de Televisión Española, obtuvo 170 votos (los de su grupo, más los de Coalición Canaria y Gaspar Llamazares) frente a los 152 obtenidos por su rival popular Ana Pastor. Se han registrado 26 votos en Blanco y 2 abstenciones. Estas votaciones, con papeleta y con urna, serían un terreno propicio para la emboscada, pero casi todo el mundo se atiene a lo que dicta la disciplina de partido. Casi todo el mundo, porque está claro que al menos dos diputados socialistas le han hecho un ajuste de cuentas a Bono y no le han votado. Otro tanto le ha ocurrido a Ana Pastor, puesto que ha obtenido dos votos menos que el número de escaños de que dispone su grupo. Estos "pellizquillos" de monja son la sal de una sesión laborisoa y aburrida, a la que el máximo interés estaba centrado en lo que dijera Bono en su discurso de toma de posesión.
Bono necesitaba la mayoría absoluta para resultar elegido en la primera ronda de votaciones, pero sólo obtuvo 168 votos, por lo que hubo de procederse a un segunda votación en la que ya sólo necesitaba la mayoría simple. Los diputados del grupo mayoritario de la cámara han acogido con un aplauso de cortesía este resultado, que se ajusta a lo previsto de antemano.
En el Senado, la sesión constitutiva de esta novena legislatura, ha sido más tranquila y menos laboriosa. Javier Rojo, el candidato socialista, ha conseguido la mayoría absoluta a la primera. Rojo, que era el único aspirante a la Presidencia, ha obtenido 134 votos del total de 253 senadores que han participado en la votación. El Grupo Popular de la Cámara Alta no presentaba candidato propio y ha optado por el voto en blanco.
CONVERSACION ENTRE BONO Y JOAN HERRERA
Mientras el presidente de la mesa de edad, Juan Manuel Albendea, leía los resultados, hemos podido ver, desde la tribuna de prensa, la animada conversación que mantenía José Bono con Joan Herrera, de Iniciativa per Cataluña Verds. ¿De qué hablaban? Casi con toda seguridad de los intentos de IU-ICV de formar un grupo parlamentario con ERC con el fin de huir de ese infierno llamado Grupo Mixto. Bono ha exhibido un papel que tenía la pinta de ser un dictámen de los servicios jurídicos de la cámara y hacía gestos que podrían interpretarse en el sentido de que él tiene la voluntad de cumplir escrupulosamente la legalidad. Después, Joan Herrera, se ha ido hacia su escaño y, mientras subía las escaleras, le ha saludado afectuasemente el Secretario de Organización del PSOE, José Blanco, quien parecía decirle "tranquilo, que ya buscaremos una forma de arreglarlo". Sucede que a IU más ERC les faltan tres centésimas de porcentaje de votos para llegar a la fatídica barrera del 5 por ciento, que otorga derecho a constituir grupo parlamentario propio. En la pasada legislatura, a IU le faltaban 4 centésimas, pero el Reglamento se aplicó con cierta generosidad y manga ancha sin que nadie pusiera pegas. Veremos qué decide la nueva Mesa elegida hoy, en la que estarán representados los grupos del PSOE, PP, CIU y PNV. En principio, podría pensarse que el voto a favor de Llamazares forma parte del peaje necesario para obtener grupo propio.
BONO SE COMPROMETE A SER EL PRESIDENTE DE TODOS
Una vez efectuado el recuento de votos -no sólo para la Presidencia, sino el de los cuatro vicepresidentes y otros tantos secretarios que forman la Mesa- y cumplido el trámite de la jura o promesa de la Constitución, el nuevo Presidente del Congreso ha prounciado un breve discurso en el que hadicho que "el deber del Presidente comienza por serlo de todos; me comprometo a ser justo y a atender a todos con solicitud, especialmente a las minorías". Bono ha pedido indulgencia para los que serán sus primeros pasos al frente de la Cámara, ya que se considera un lego, enmedio de tantos expertos, aunque lo cierto es que ya fue uno de los secretarios de la mesa en la primera legislatura, con Landelino Lavilla como Presidente.
Bono ha dicho también que no se atrevía a pedir a los diputados una conducta que pudiera ser ejemplar para la ciudadanía, sino más bien que los representantes populares sepan tomar ejemplo de una sociedad permisiva, solidaria y generosa. "Hagamos que esta Cámara- ha añadido- se parezca cada vez más a los españoles". Además de comprometerse a ser el Presidente de todos, ha prometido que actuará con respeto a la soberanía nacional, que reside en el pueblo, según reza el artículo primero de la Constitución. Bono ha subrayado esta frase, que podríamos considerar un resumen de los principios con que afronta su nueva tarea: "aquí nadie es más que nadie, y cada uno tiene el mismo valor que su vecino o su adversario; esa es la regla principal, porque el carnet de un partido no añade nada a quien lo tiene; lo que importa es la conducta de las personas".
EL PRESIDENTE CON MENOS APOYO PARLAMENTARIO
Como decíamos, José Bono ha necesitado dos votaciones para resultar elegido. Sus 170 votos le convierten en el Presidente del Congreso con menos apoyo parlamentario a lo largo de tres décadas de democracia. Pero Bono es mucho Bono y sabe emitir señales y mensajes en todas las direcciones. Por los pasillos del Congreso corría el rumor de que uno de los socialistas que no le han votado podría ser Alfonso Guerra. En su discurso, por si sí o por si no, Bono ha saludado por su nombre al diputado sevillano, con la excusa de ser Guerra el único miembro de la Cámara que ha pertenecido a ella desde las primeras elecciones democráticas, en 1.977. También ha tenido palabras de recuerdo y cariño para Manuel Marín, su antecesor en el cargo, y para Gabriel Cisneros, uno de los "padres" de la Carta Magna, fallecido en el tramo final de la pasada legislatura, víctima de un cáncer.
LAS "DIFICULTADES" DE BONO, ANTICIPO DE LO QUE PUEDE PASARLE A RODRIGUEZ ZAPATERO
Mejor solos que mal acompañados, parece ser el lema o consigna con que los socialistas afrontan este comienzo de legislatura. Disponen de 169 escaños, están a sólo siete de la mayoría absoluta, aunque también es verdad que sus principales adversarios -el PP que encumbra a Soraya y manda al Averno a Pizarro- les hacen sentir su aliento en la nuca, a una distancia de 15 escaños. Lo cierto es que el Grupo Socialista ha preferido que su candidato -primera vez en la historia de la democracia- pasara el "trago" de una segunda votación antes que forzar un acuerdo a toda costa con los nacionalistas. Ahora están en marcha las conversaciones para la investidura de Rodríguez Zapatero, que se debatirá el próximo martes, día 8 de este mes de abril. Dadas las exigencias de CIU y PNV, es casi seguro que el PSOE se incline por ir a una segunda votación en la que su candidato saldría elegido por mayoría simple. Los portavoces socialistas han comenzado a lanzar el mensaje de que los ciudadanos les han dado su confianza para que puedan gobernar con autonomía, con arreglo a su propio proyecto, aunque buscando el diálogo y la negociación con otros grupos. Esta actitud me parece que responde a una interpretación acertada de los mensajes extraíbles del 9-M: la gran mayoría de los ciudadanos quieren que gobiernen socialistas o populares, pero sin dejarse influir o maniatar por las exigencias desproporcionadas de los grupos nacionalistas.