Creo que casi nadie ha entendido lo que quiso decir el candidato socialista a la Presidencia del Congreso de los Diputados cuando aseguró que a los defensores de privilegios -en alusión directa a los nacionalistas- les atizaría con el listín de teléfonos. Él mismo explicaba a continuación el sentido de sus palabras, pero radios y televisiones no emitieron esta parte de sus declaraciones. A lo que aludía el ex-Presidente de Castilla-La Mancha es al hecho -quizá no muy conocido- de que apellidos como García, López, Fernández y otros igualmente castellanos hasta la médula, son también mayoritarios en comunidades autónomas como el País Vasco, Galicia o Cataluña. Eso demostraría, a su juicio, cuán errados están todos aquellos que insisten una y otra vez en que necesitan un trato diferente, una financiación diferente, etc.
Así que no sabemos si Bono, además de tener siempre a mano el Reglamento de la Cámara Baja, tendrá también un listín de teléfonos a modo de argumento de autoridad con el que apoyar su reiterada defensa de España como una nación de ciudadanos libres e iguales. El candidato socialista será elegido este martes en la sesión constitutiva del Congreso, aunque difícilmente llegará a la mayoría absoluta, dado el voto en contra o la abstención de populares y nacionalistas. Y a partir de ahí será muy interesante escuchar con atención las ideas y propósitos con los que afronta su mandato. Lo que se espera de él es que sepa ser un presidente imparcial, superando sus antipatías ideológicas con otros grupos y superando también su tendencia, a veces irrefrenable, a ser el protagonista de la historia.
LA ELECCIÓN DE LA MESA, PRIMER DESENCUENTRO ENTRE POPULARES Y SOCIALISTAS
La sesión del martes por la mañana será muy laboriosa, porque hay que efectuar tres votaciones con urna. Primero se constituye la mesa de edad, con el diputado más viejo y el más jóven; y a continuación comienzan las votaciones. Primero se elige al Presidente, luego a los cuatro Vicepresidentes y finalmente a los cuatro Secretarios. Cada diputado sólo puede escribir un nombre en su papeleta, con el fin de favorecer la pluralidad en el órgano de gobierno del Congreso. Dada la composición de la cámara, los socialistas, teóricamente, se harían con cinco puestos y los populares con cuatro. Pero es tradicional la búsqueda de acuerdos con otros grupos para que la Mesa sea lo más representantiva posible. También ha sido tradicional que el partido que busca apoyos para la investidura de su candidato -en este caso los socialistas- ceda a sus aliados algunos puestos. Ya en la pasada legislatura, el PSOE se vió en minoría después de ceder una de sus vicepresidencias a CIU y una de sus secretarías a IU. Para la novena legislatura, José Blanco ha tratado de convencer a los populares para que cedieran uno de sus puestos. Zaplana le contestó que se negaban en redondo y a su vez Blanco replicó que a lo peor les "castigan" no permitiéndoles obtener ninguna presidencia de comisión. Así, pues, estamos ante el primer desencuentro entre los dos principales grupos de la cámara. El siguiente puede venir una semana después, cuando se debata la investidura de Rodríguez Zapatero ya que el Grupo Popular parece haberse olvidado de aquella idea que expuso su líder durante la campaña electoral, en el sentido de pedir a los socialistas la abstención en caso de haber resultado ganador el PP. Está visto que cuesta mucho trabajo ofrecer a los demás lo que uno reclama para sí.
EJERCICIO FÍSICO Y RELAJACIÓN EN MEDIO DE UN PEQUEÑO MAR DE OLIVOS
Puede parecer increíble para muchos, pero a muy pocos kilómetros de la aglomeración urbana de Madrid hay grandes extensiones de olivares, que uno puede disfrutar casi en la más absoluta soledad. A la espera de la sesión parlamentaria del martes, un grupo de amigos decidimos dedicar la mañana del domingo a dar un largo paseo ( unos 14 kilómetros ) por los alrededores de Valdaracete, en el sureste de la Comunidad de Madrid, cerca de Villarejo de Salvanés y Carabaña. Después del obligado desayuno en un bar de la plaza de la Constitución, junto a la Casa Consistorial, salimos del pueblo por la calle de Villarejo, para tomar enseguida un camino agrícola muy andadero, flanqueado a un lado y otro por las fincas dedicadas al cultivo del olivo. De los postes indicativos que fuimos encontrando, deduzco que, aproximadamente, hicimos una ruta llamada "del Cerro del Banderín y Barranco de los Lobos". Lobo, no vimos ninguno; y banderines, tampoco. Pero da gloria contemplar estos campos primorosamente trabajados, con los árboles, centenarios ya, perfectamente podados y desbrozados para incrementar su capacidad de producción. Y es un placer de dioses sentarse al abrigo de uno de estos añosos troncos para dar buena cuenta de una tortilla campestre bien regada con un caldo poderoso de los cercanos viñedos de Arganda. Así que, ejercicio y relajación sí; gozo y disfrute con el paisaje, también; pero me temo que el balance final entre calorías consumidas e ingeridas fue una vez más positivo. ¡Ay, qué pelea, Señor, con las calorías!
Rescate, bancos, fortunas y calcetines
Hace 4 años
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