La voluntariosa Rosa Díez, que le disputó a ZP el liderazgo del PSOE en julio del año 2.000, ha puesto el dedo en la llaga: uno de los problemas más graves de nuestros sistema electoral es el excesivo protagonismo que concede a los partidos nacionalistas. Díez, que fue durante años consejera del Gobierno Vasco y luego eurodiputada, lucha ahora a brazo partido por su supervivencia política. Lo tiene muy crudo y ella lo sabe. Por eso, ha señalado también otros defectos del sistema actual: los pequeños partidos de ámbito estatal tienen casi imposible el objetivo de conseguir representación parlamentaria, los bancos se resisten a concederles créditos y su presencia en los espacios electorales gratuitos es poco menos que inexistente.
Estamos, pues, muy cerca - en realidad, lo hemos estado siempre- de aquel paraíso bipartidista que tanto soñaba y predicaba Manuel Fraga. Lo malo es que los dos grandes astros de esa constelación bipartidista se ven rodeados por una pléyade de pequeños asteroides nacionalistas, encantados con el panorama que se les ofrece y siempre dispuestos a incrementar sus exigencias. Esas exigencias, a muy corto plazo, podrían concretarse en la propuesta de que la Presidencia del Congreso, por primera vez en la historia de la democracia, pase a manos de un nacionalista. Es una aspiración perfectamente legítima, aunque no respaldda por los votos populares, que los portavoces de GALEUSCAT (nacionalistas gallegos, vascos y catalanes ) pactaron en su reunión del pasado día 13 en Madrid. "Nosotros también jugamos este partido", dijeron al salir de la reunión. Y, en efecto, lo juegan a fondo.
Volviendo a los avatares de la Unión para el Progreso y la Democracia, hay que decir que se plantea objetivos muy ambiciosos. Demasiado ambiciosos, quizá, dadas las circunstancias. Proponen, por ejemplo, suprimir de la Constitución toda referencia a las nacionalidades que se integran en España. Este asunto de las nacionalidades y las realidades nacionales ha dado lugar, en la legislatura recién concluida, a redacciones que no habrían superado un examen de sexto de primaria. Pero me atrevo a decir que esa pretensión del partido de Díez y Sabater, es imposible, porque exigiría una reforma constitucional; y ya se ha visto que ese melón es mejor no abrirlo, salvo que sea para asuntos en los que haya amplio consenso, como podría ser la supresión de los privilegios del varón frente a la mujer en la sucesión al Trono de España. La UPD propone asimismo otras reformas para evitar que la formación de las mayorías parlamentarias -cuando ninguno de los grandes tiene la mayoría absoluta- esté siempre en manos de los nacionalistas. La UPD quiere, como proponíamos aquí en una entrada anterior -y como ha defendido el catedrático emérito Gregorio Peces-Barba- aumentar hasta 400 el número de diputados y que los escaños adicionales se elijan en una sóla circunscripción de ámbito estatal.
Esa circunscripción estatal no gustaría nada a los nacionalistas, que sin embargo han acogido con grandes elogios la idea de abrir en Madrid un colegio en el que se pueda estudiar en catalán. Con esta iniciativa, la sagaz Esperanza Aguirre ha logrado "pillar" a más de uno con el paso cambiado: les parece muy bien la posibilidad de una enseñanza bilingüe en Madrid, pero en cambio consideran que "en Cataluña no hay problema y el catalán debe seguir siendo la única lengua vehicular de la enseñanza". El propio President Montilla, consciente de lo que eso significa, ha decidido enviar a sus hijos a un colegio privado. Como no vivimos en Cataluña, a lo peor tenemos una visión deformada. Pero desde este lado del Ebro lo que se ve más lógico es que, si Cataluña, es una sociedad bilingüe, la mitad de las asignaturas se den en catalán y la otra mitad en castellano. O mejor aún, si de verdad quieren gastarse el dinero en algo útil: catalán, castellano e inglés, a razón de un tercio cada uno. Siempre me ha parecido incomprensible que los socialistas, cuando se negoció el nuevo Estatuto, aceptasen la erradicación de la lengua común de todos los españoles en las escuelas públicas de Cataluña. Debe de ser que confían en la ciencia infusa, pero la ciencia infusa, como se han encargado de demostrarnos los diputados más jóvenes de Esquerra, tiende a ser insuficiente.
No seré yo quien niegue la aportación positiva que algunas formaciones nacionalistas han hecho a la gobernación del Estado, especialmente en los ámbitos de las políticas económicas y sociales. Pero son maestros consumados en la aplicación de la ley del embudo. Véase su insoportable insistencia en las llamadas balanzas fiscales y en el llamado expolio fiscal de Cataluña. Ahora, al hilo de su exigencia para hacerse con la Presidencia del Congreso, el "moderado" Artur Más ha dicho que las fuerzas integradas en GALEUSCAT serán "un cordón sanitario contra el virus centralista que representan populares y socialistas". Necesitamos un cordón sanitario, sí, para reducir a su verdadera dimensión a un conjunto de fuerzas políticas que, sumadas, apenas representan al 10 por ciento del electorado español.
Y mientras tanto, los dos principales contendientes en esta carrera hacia el 9-M han señalado, cada uno por su cuenta, dos aspectos que pueden tener una incidencia importante. ZP ha reconocido que a los socialistas les viene bien un cierto grado de tensión dramática para movilizar a su electorado, porque piensan que una abstención alta puede beneficiar al PP; y Rajoy, que viajó a Berlín para granjearse la protección de la señora Merkel, volvió anunciando un descubrimiento asombroso y preocupante: un litro de leche sale más barato en los supermercados alemanes que en los supermercados españoles. Ojo al dato, porque la media de los sueldos alemanes es, como mínimo, un 30 por ciento superior a la media española.
Rescate, bancos, fortunas y calcetines
Hace 4 años
2 comentarios:
A los aspectos globales de la campaña previa a las elecciones gerales a celebrar el próximo 9 de marzo, se le puede añadir algún aspecto de carácter local, que aunque no traspase las fronteras de la comarca, incluso ni tan siquiera las de esta misma ciudad de A. de Henares, a mi juicio merecen algún comentario.
El caso de las declaraciones del presidente Zapatero a un periódico cordobés donde ha lanzado los mejores parabienes para la candidatura de aquella ciudad para que sea elegida como Capital Europea de la Cultura 2016.
Quizás podría aducirse que el Presidente tien que medir alg más sus comentarios para no herir susceptibiliddes; para no crear agravios comparativos. Pero una vez dicho esto, tambien me parece que el ruido mediático e institucional que se ha organizado en Alcalá de Henares por las declaraciones de Zapatero en la ciudad califa, me parece de un chauvinismo rancio y paleto.
Estoy de acuerdo con lo dicho por este amable lector en su comentario sobre la campaña para las Elecciones del 9-M. En efecto, los aspectos locales deben tenerse en cuenta, pero sin caer en un "patriotismo" local exagerado. Al fin y al cabo, una sóla de las ciudades será la candidata oficial y las otras se quedarán con las ganas. A mí me parece que en este tipo de cosas hay que poner la luces largas y comprender que, si no se consigue una cosa, ya se conseguirá otra. A lo mejor este gobierno, o el que venga, no nos apoya para la capitalidad europea de la cultura y nos apoya para otro asunto aún más importante. Démosle tiempo al tiempo. Muchas gracias por el comentario y quedas invitado a seguir escribiendo en este blog que quiere ser un ejercicio de periodismo volandero, por libre y un poco romántico.
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